De acuerdo con un artículo elaborado por Bloomberg, la perforación petrolera en el Ártico y la mina de oro Pebble en Alaska no están en la boleta electoral, pero bien podrían estarlo.
“Los controvertidos proyectos penden de la balanza de las elecciones presidenciales, con la promesa de Joe Biden de echarlos a pique. Y docenas de otras empresas de petróleo, gas y minería planeadas en los EE. UU. Enfrentan un mayor riesgo de rechazo o períodos de permisos más prolongados, ya que el candidato demócrata se enfoca en promover alternativas más limpias”, informó la agencia de noticias.
Añadió que la amenaza se extiende incluso a algunos proyectos que ya cuentan con permisos federales. “Las demandas que impugnan las aprobaciones gubernamentales crean una apertura para acuerdos de conciliación que dan como resultado más análisis y posiblemente autorizaciones canceladas, dijo el analista de Height Securities, Josh Price”, recordó Bloomberg.
En el caso de una reelección de Trump, para este medio se plantearía incertidumbre que afectaría a algunos desarrolladores de energía renovable a los que les iría mejor con Biden, incluidas las empresas que buscan construir parques eólicos multimillonarios en las costas de EE. UU.
Otro tema que analizó este medio fue el hecho que los desarrolladores han sido atraídos durante mucho tiempo por una veta de oro, cobre, renio y otros minerales cerca de la bahía de Bristol en el suroeste de Alaska; pero –que según el medio– los conservacionistas, activistas locales y reguladores advierten que los planes de Northern Dynasty Minerals para extraer la recompensa amenazan una floreciente pesquería de salmón rojo.
“Biden prometió bloquear el proyecto, calificando el área de ‘no hay lugar para una mina’ y señalando que el gobierno llegó a la misma conclusión mientras era vicepresidente. Mientras que la administración Trump eliminó las restricciones de contaminación de la administración Obama que bloqueaban la mina. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. concluyó en agosto que no podía permitir la mina como se había propuesto debido a la amenaza de daño ambiental, pero le dio a Northern Dynasty 90 días para desarrollar un plan para mitigar esos impactos”, subrayó Bloomberg en su artículo.
Sobre los vehículos eléctricos
Por otro lado, Bloomberg detalló que Biden tiene planes de utilizar la regulación federal, los incentivos fiscales y otras políticas para acelerar el despliegue de vehículos eléctricos, una bendición potencial para Tesla, General Motors y otros fabricantes de automóviles, y resaltó el hecho que de que este candidato haya pedido la instalación de al menos 500,000 puntos de carga públicos en los EE. UU. y prometió expandir un crédito fiscal que fomente la compra de vehículos eléctricos.
“Ese sería un gran cambio con respecto a la administración Trump, que ayudó a eliminar una posible expansión del crédito fiscal para vehículos eléctricos en un proyecto de ley de gastos en diciembre pasado. La administración Trump también flexibilizó los estándares de economía de combustible que alentaron a los fabricantes de automóviles a lanzar más modelos eléctricos”, señaló Bloomberg.