El Ejecutivo volverá a evaluar la capacidad del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) para producir oxígeno (O2) de uso hospitalario, ante el pedido de los ingenieros metalurgistas nacionales, que dicen haber identificado en dicha instalación una fuente potencial de suministro de O2 de cerca de 24 toneladas diarias, necesarios para la lucha contra el COVID-19.
“Se va a hacer una segunda evaluación, para ver si coincide con la que se ha hecho inicialmente”, señaló ayer el ministro de Salud, Víctor Zamora.
El ministro explicó que una primera evaluación arrojó que el proyecto sería “extremadamente costoso” en tiempo y dinero, pues requeriría reconvertir los procesos productivos de la planta, a fin de transformar el O2 industrial en O2 medicinal.
“Demoraría para los requerimientos urgentes que tenemos”, dijo.
Praxair: el plan es inviable
En el mismo sentido se pronunció el propietario de la planta, Praxair, en misiva dirigida a El Comercio.
“Las dos plantas (la instalación consta de una planta nueva y una antigua) fueron desarrolladas para la generación de oxígeno gaseoso, requerido en el proceso de fundición dentro de la refinería de Doe Run, y se encuentran inoperantes desde hace muchos años”, señala.
Praxair enfatiza que estas no fueron diseñadas para la elaboración de oxígeno liquido medicinal, el cual debe “tener un alto índice de pureza”, de acuerdo con los protocolos internacionales, de la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid) y el Ministerio de Salud (Minsa).
Y agrega que han informado debidamente al Gobierno sobre la inviabilidad y las restricciones de activar dichas operaciones.
Sin embargo, el Colegio de Ingeniería Metalúrgica de Lima y los técnicos de La Oroya objetan esta apreciación.
Hablan los metalurgistas
Los metalurgistas aseguran que una de los dos plantas de oxígeno del CMLO, denominada Linde, sí está en capacidad de producir oxigeno líquido.
Ellos han calculado que el 8% de la capacidad de producción de dicha planta, estimada en 300 toneladas diarias, está constituida por O2 industrial en estado líquido (única forma en la cual el O2 puede ser transportado).
Esto representa 24 toneladas al día, volumen que puede cubrir fácilmente las necesidades de oxígeno de toda la selva.
Y añaden, como prueba de que ese oxigeno sí es de uso medicinal, el hecho de que la producción de Linde era utilizada por el hospital de Chulec, en La Oroya, para fines médicos, hasta su desactivación algunos años atrás.
Por tanto, consideran que los únicos limitantes para concretar el proyecto son de carácter logístico y administrativo, pues el CMLO se encuentra paralizado y – aparentemente – sin energía.
Es por ello que urgen al Gobierno a considerar la posibilidad de reactivar las plantas de Praxair.
*foto referencial
(BQO)