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Los bancos centrales seguirán siendo compradores netos de oro durante el 2021

Como en el resto de sectores, la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 ha tenido importantes repercusiones en la actividad del sector oficial en el mercado del oro. La contracción de la economía, junto con el aumento de la deuda pública de los gobiernos han reducido el apetito de los bancos centrales por el oro, mientras que las ventas de metal precioso han aumentado con respecto a otros años. Sin embargo, las previsiones apuntan a que durante 2021 van a seguir siendo compradores netos de oro.

En su último informe Precious Metals Weekly, la consultora Metals Focus ha abordado la actuación del sector oficial respecto al mercado del oro, durante la pandemia de Covid-19.

Según este informe, el deterioro económico y el aumento de la deuda pública que se ha registrado en los últimos meses ha provocado que los bancos centrales hayan reducido sus compras de oro y que, en algunos casos, hayan procedido a liquidar parte de sus reservas para obtener fondos.

“En consecuencia, el sector oficial se convirtió en vendedor neto de oro en el tercer trimestre de 2020, por primera vez en más de una década. Tras aumentar su demanda de nuevo en el mes de octubre, los datos provisionales de noviembre (con la venta de 28 toneladas de oro por parte del Banco Central de la República de Turquía) sugieren que aún es pronto para extrapolar el cambio de octubre. En el conjunto del año, desde Metals Focus esperamos que se registre una pequeña cantidad de compras netas en el cuarto trimestre del año. Esto dejará la cifra de compras netas cerca de las 250 toneladas para el año completo, lo que representa la cifra más baja desde el año 2011”, señalan desde la consultora británica.

De cara al futuro, el deseo de diversificar las carteras de inversión, dominadas por los dólares estadounidenses, justificaría el crecimiento de las reservas de oro a medio plazo, especialmente a la luz de las elevadas tensiones geopolíticas y los rendimientos negativos de otras divisas de reserva.

Sin embargo, la actual crisis generada por la pandemia y el daño causado en muchas economías puede limitar la cuantía de esas compras de oro, por lo que se espera que, durante los próximos meses, los volúmenes de metal precioso adquirido por los bancos centrales sean relativamente bajos.

Rusia, principal responsable de la caída

Los países de la Comunidad de Estados Independientes (formada por Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán) son los principales responsables de la caída de las cifras de compra de oro por parte del sector oficial.

La principal responsable de la reducción es Rusia, cuyo banco central suspendió las compras locales de oro desde el pasado mes de abril. Con una media de 162 toneladas de oro anuales durante la última década, Rusia ha sido el principal comprador de metal precioso del periodo.

La pandemia parece haber sido el principal factor que ha provocado este cambio de estrategia. Con la reducción de las compras por parte del Banco Central de la Federación Rusa, la mayor parte de la producción de oro del país durante 2020 se ha destinado a la exportación, lo que ha contribuido a amortiguar el impacto en sus reservas en divisas, en medio de un importante desplome del precio del petróleo, su principal fuente de ingresos.

“Además, con la subida del precio del oro, la proporción del metal precioso en las reservas internacionales de Rusia ha alcanzado una cifra récord este año, lo que ha reducido el incentivo de adquirir más oro. Estos factores también han afectado a otros países de la Comunidad de Estados Independientes, la mayoría de los cuales han reducido también la escala de sus adquisiciones de oro o han pasado a convertirse en vendedores netos durante lo que llevamos de año 2020”, apuntan desde Metals Focus.

De cara al futuro, el hecho de que las reservas de oro puedan abastecerse fácilmente gracias al mercado local, sin afectar al resto de reservas en divisas, les otorga a estos países la flexibilidad necesaria para ajustar sus programas de compras.

Por tanto, resulta bastante posible que los bancos centrales reconsideren su postura y vuelvan a realizar compras de oro a gran escala cuando sus economías regresen a la normalidad.

Turquía, el mayor comprador y vendedor de 2020

El Banco Central de la República de Turquía ha sido el principal actor en ambos lados del mercado durante el año 2020. El cambio en su actividad ha sido otro de los factores que han influido en que el sector oficial haya pasado a ser vendedor neto en el tercer trimestre del año.

Turquía comenzó a incrementar sus reservas de oro a mediados de 2017 y en 2019 superó a Rusia como el mayor comprador de metal precioso de ese año. Aunque continuó incrementando sus reservas de oro durante el primer semestre de 2020, desde después del verano se han registrado importantes operaciones de venta.

Entre enero y noviembre de 2020, el Banco Central de la República de Turquía había adquirido 201 toneladas de oro y vendido 74, lo que lo convierte en el mayor comprador y vendedor del sector oficial en lo que llevamos de año.

Según Metals Focus, “este hecho refleja el conflicto existente entre los factores que afectan a la gestión de las reservas del país. Por un lado, el aumento de las tensiones geopolíticas y su deseo de reducir su dependencia de los activos denominados en dólares siguen justificando la adquisición de oro. Por otro lado, sin embargo, hay que tener en cuenta el deterioro de su economía y la caída de la divisa local, la lira turca, a nuevos mínimos, a partir del mes de agosto. Con sus reservas en divisas cayendo a mínimos de varios años, ha sido necesario movilizar parte del oro para apoyar la lira o para cumplir algunas obligaciones en forma de swaps”.

En conclusión, desde la consultora creen que el sector oficial va a seguir siendo un comprador neto de oro durante el próximo año. Al margen de los países citados, el resto de los bancos centrales han sido unos modestos compradores. La mayoría de ellos se concentran especialmente en Oriente Próximo y Asia (la India, Emiratos Árabes Unidos y Catar), con compras modestas, aunque sostenidas.

“De cara al futuro, creemos que el sector oficial va a permanecer en el lado de la demanda, aunque las cifras netas de compras van a ser modestas en comparación con los elevados niveles de los últimos años. Después de todo, la diversificación de la cartera de inversión sigue siendo el principal factor que impulsa el interés de los banqueros centrales por el oro, especialmente teniendo en cuanta la elevada tensión geopolítica. Además, con las medidas de rescate sin precedentes adoptadas por los principales bancos centrales, los rendimientos reales de los bonos estatales van a seguir siendo negativos durante algún tiempo, lo que ayudará a justificar una rotación a favor del oro en los próximos años”, concluye el informe.

*fuente: Oro Información

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