Toda la minería vuelve a operar en plena pandemia de la Covid-19. Para Víctor Gobitz, presidente de la IIMP, tenía que operar este sector, frente a las pérdidas económicas que tuvo por el estado de emergencia. Añade que toda la fuerza laboral estaría operando en 3 semanas.
Para la fase 2 se esperaba reiniciar la mediana minería. Se pusieron en marcha todos los estratos mineros. ¿Era necesario?
Lo considero positivo, porque se ha ganado una experiencia. Se va a establecer un protocolo para la pequeña minería y la artesanal. Hay una porción importante no registrada y que va a iniciar operaciones. A ese sector hay que ayudarlo a establecer un protocolo que minimice el contagio.
¿En cuánto estaría operando la minería?
Es todo un proceso, no es como prender un auto. Hacia la tercera semana de junio veremos toda la fuerza laboral restablecida en ciclos de trabajo. En la fase 1, alrededor de 70.000 personas han reiniciado labores. En esta fase 2, el restante, más intensivo en mano de obra, deben ser más de 130.000 personas. Los que trabajan en campamentos mineros son 200.000 personas. Y en la industria minera no solo son los trabajadores, hay una cadena muy importante de proveedores de bienes y servicios, que puede haber 800.000 personas.
Sobre los proveedores, hay servicios que no tenían un ministerio designado para presentar sus protocolos y volver a operar, ¿afectó indirectamente a la minería?
Al inicio sí, pero el Ministerio de la Producción ha logrado agilizar su trámite. Una reflexión será esa, porque en el registro del Ministerio de Energía y Minas solo están las empresas mineras y los contratistas mineros. Todos los demás proveedores de bienes y servicios mineros están en Produce. Nunca fue tan relevante como ahora darse cuenta de este detalle.
¿Cuánto perdió la minería con el estado de emergencia?
La industria minera exporta o vende entre US$ 28.000 millones a US$ 30.000 millones al año. Son US$ 2.500 millones al mes y, si ves abril, se ha perdido el 50% de la producción. Solo en ese mes, se han perdido US$ 1.300 millones a US$ 1.500 millones, y en marzo se perdió la mitad de esa cifra.
Sin embargo, desde enero se registran descensos en exportación y producción de minerales. ¿A qué se debe ello?
Es un tema estacional. En la sierra del Perú, entre noviembre hasta febrero incluso son los meses de mayor precipitación, a veces alcanza a marzo. Es lógico que pase eso, de tener una ligera menor producción de oro. En minas ubicadas en sitios remotos también los accesos se complican, pero eso se recupera a lo largo del año. No olvidemos que a inicios de año todavía había esta disputa comercial entre EEUU y China. El volumen era uno, pero el precio otro. Puede ser de que el menor precio del cobre, plomo y zinc, al inicio fueron menores, porque China estaba sufriendo la crisis sanitaria.
¿Se puede pensar en reactivar los proyectos mineros?
Sí, se tiene que pensar en reactivar un proyecto de una magnitud tan grande como Tía María. Nosotros tenemos un proyecto de oro, el de San Gabriel. El año pasado se demostró que el desarrollo de todos los proyectos mineros del Perú, básicamente 70% son de cobre, levantaría en 14 puntos el PBI.
Los trabajadores de la unidad minera Tambomayo (Arequipa), de Buenaventura, anunciaron que paralizaban la obra, porque se registraron casos positivos de Covid-19.
Es una operación bastante alejada donde no hay población cercana. Y nunca habíamos tenido un caso de contagio. Dos choferes, por su tipo de trabajo, salen de la huella operativa muchas veces y en algún punto bajaron la guardia. Con el sistema de control hemos detectado que están con el contagio, con la prueba rápida porque son asintomáticos. Eso generó en el sindicato de trabajadores una gran preocupación. Estamos haciendo un nuevo testeo a todo el personal y las operaciones se han restablecido. Ello fue resuelto en 24 horas. Estamos haciendo una revisión de todo el sistema sanitario.
¿Podrá operar la minería en una situación así?
Luego de 80 días, la fórmula de mantener la cuarentena no es sostenible. La industria minera y el país tienen que acostumbrarse a convivir con este virus. Si nos vamos al extremo de parar, solo un grupo de personas lo pueden hacer, pero el grueso de la población no. No puedo asegurar que aparezcan más casos en otras minas, pero sí que se estableció un protocolo muy alto que detecta a tiempo y aísla el área de riesgo.
*foto referencial
(BQO)