Utilizados principalmente para la manipulación de grandes cargas en espacios reducidos, los montacargas y apiladores son esenciales para operar dentro de almacenes y talleres que guardan en su interior un sinnúmero de productos que son requeridos para el funcionamiento operacional y administrativo de una empresa.
Así, por ejemplo, en la industria minera estos equipos cumplen una importante labor debido
a que los productos e insumos que se almacenan en los talleres de una mina tienen una alta rotación, y por ende los montacargas y apiladores están en constante movimiento.
Ambos equipos se caracterizan por su versatilidad ya que se adaptan para realizar su labor en distintas áreas del trabajo logístico como: cargar o descargar containers desde el patio de operaciones hasta el almacén.
En la actualidad existe una variada gama de montacargas diseñadas en función de las operaciones que realizan las empresas que la requieran, teniendo en cuenta su funcionamiento y capacidad de carga.
Cabe indicar que estos equipos, debido a su tamaño, permiten ahorrar en gastos de almacenamiento. Pueden clasificarse en montacargas eléctricos hombre a bordo, montacargas
eléctricos de pasillo estrecho, patines, apiladores y tractores de remolque eléctricos, montacargas de combustión interna compactos, montacargas de combustión interna neumáticos, tractores de
arrastre de combustión interna y eléctricos; y montacargas de terreno áspero.
Los apiladores, en tanto, maximizan su maniobrabilidad en espacios reducidos, permitiendo la elevación y apilamiento de cargas paletizadas en lugares donde el pavimento es liso y sin desniveles.
Hoy la demanda por los equipos que se alimentan a baterías se ha incrementado pues son silenciosos y no contaminantes, por lo que resultan muy convenientes para el uso en interiores y espacios cerrados. Además, proporcionan un alto rendimiento, eficiencia energética y confort al operario.
Lea el informe completo en nuestra edición 154 de Rumbo Minero