Si bien se espera que los altos precios aumenten las ganancias de la OPEP y los productores de EE. UU., los perforadores temen que el petróleo caro también pueda reducir la demanda.
Agencia Reuters.- Los productores de crudo de Estados Unidos y la OPEP, que hasta hace poco libraban una guerra de precios, se encontraron en lados similares esta semana, ya que los precios del petróleo subieron muy por encima de los 100 dólares por barril: sin prisa por aumentar rápidamente la producción.
Hace menos de una década, la OPEP estaba inundando el mercado petrolero en un intento de expulsar a los productores estadounidenses, que disfrutaban de una mayor producción a medida que las mejoras en la fracturación hidráulica provocaban el llamado «boom del esquisto».
Pero el lunes por la noche, en una conferencia petrolera en Houston, las dos partes se reunieron en una sala privada en un restaurante, y los productores estadounidenses presentaron al secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, una botella etiquetada como «Genuine Barnett Shale», del campo petrolero que lanzó la revolución de la producción no convencional.
Barkindo mostró con orgullo el recuerdo al salir de la reunión, que incluyó a ejecutivos de Hess Corp,EQT Corp. y Chesapeake Energy. La OPEP comenzó a organizar cenas anuales en 2017 para comprender mejor a sus rivales.
Si bien se espera que los altos precios aumenten las ganancias de la OPEP y los productores de EE. UU., los perforadores temen que el petróleo caro también pueda reducir la demanda, especialmente con los gobiernos impulsando planes para aumentar la energía alternativa. Ambas partes también están preocupadas de que las grandes inversiones nuevas en perforación produzcan petróleo solo después de que termine la crisis.
«Lo que no queremos hacer como empresa, y no creo que nadie en la industria quiera hacer, es tratar de perseguir los precios a corto plazo y hacer que esta carrera sea ineficaz», dijo el director ejecutivo de Chesapeake, Domenic Dell’Osso en una entrevista.
Si el esquisto aumenta la producción solo para que bajen los precios, «destruimos mucho valor para los accionistas y no solucionamos el problema», agregó.
