Especialista indicó que sacar adelante un proyecto minero en el país demora quince años.
Francisco Tong, socio del estudio Rodrigo Elías & Medrano, manifestó que en el Perú existe una complejidad burocrática para poder sacar adelante un proyecto minero y eso se debe a que existe una débil institucionalidad minera, además de falencias en el Estado y la falta de respaldo de funcionarios públicos para tomar decisiones que permitan el desarrollo de esta actividad.
Durante su participación en proExplo 2025, señaló que desarrollar un proyecto minero puede requerir entre 200 y 400 permisos y autorizaciones, además de un involucramiento con aproximadamente 30 autoridades.
Agregó que sacar adelante un proyecto minero en el país puede demorar unos 15 años, mientras que en Chile, las demoras ascienden a 12 años, aproximadamente. Explicó que en ese plazo intervienen procesos como la obtención de una concesión minera, seguido de los instrumentos ambientales de exploración, el trámite para la autorización de inicio de actividades de exploración (que puede implicar un proceso de consulta previa), instrumentos ambientales para inicio de producción, el plan de cierre, entre otros aspectos.
Proteger el esquema de concesión minera
Sostuvo que el esquema de concesiones mineras en el Perú es actualmente competitivo y debe protegerse para que no sea modificado. Ello en alusión a iniciativas congresales que proponen reducir los períodos de concesiones mineras.
Entre los principales atractivos, resaltó que “la concesión se considera un bien inmueble libremente transferible y que la pérdida de un permiso no implica la pérdida de la concesión”.
También resaltó que las concesiones mineras en el país “no tienen un plazo de vigencia, manteniéndose así en la medida que se cumplan con las obligaciones mínimas de producción y el pago del derecho de vigencia”. “Estos son aspectos muy valorados por los inversionistas. Les brinda estabilidad sobre el territorio y contribuye para sus accesos a financiamiento”, sostuvo Tong.