En cuanto al comercio exterior, el BCR ajustó al alza la proyección de crecimiento de las importaciones para 2025, de 5.2% a 8.6%
El Banco Central de Reserva del Perú (BCR) proyecta que el país será uno de los tres con mayor crecimiento económico en la región para los años 2025 y 2026, con tasas de expansión del 3.1% y 2.9%, respectivamente. Así lo anunció el presidente del BCR, Julio Velarde, durante la presentación del Reporte de Inflación de junio de 2025. Perú estaría solo detrás de Argentina y Paraguay en este ranking regional. Sin embargo, la proyección para 2025 se ajustó levemente a la baja debido a una menor producción minera.
Las exportaciones también sufrieron una ligera corrección en sus proyecciones para este año, bajando de 3.9% a 3.8%, aunque se incrementaron para el 2026, subiendo de 3.3% a 3.5%. Por otro lado, la inversión privada mostró un panorama más optimista, con un aumento en su proyección de crecimiento de 4.1% a 5% para el 2025, impulsando también la demanda interna y el consumo privado.
El BCR prevé que la demanda interna crecerá 4% en 2025 y 3% en 2026, mientras que el consumo privado aumentaría 3.3% este año y 2.9% el próximo. Velarde destacó la fortaleza del consumo, respaldada por un sólido desempeño de la inversión privada minera y no minera. Se espera que la inversión minera crezca 7.3% en 2025 y 3.7% en 2026, y la no minera, 5.5% y 3.7%, respectivamente.
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En cuanto al comercio exterior, el BCR ajustó al alza la proyección de crecimiento de las importaciones para 2025, de 5.2% a 8.6%, mientras que para 2026 se redujo ligeramente a 3.7%. La inversión pública mantiene sus proyecciones de crecimiento en 6.5% para el 2025 y 1% para el 2026, sin variaciones respecto al reporte anterior.
Finalmente, Velarde anunció una mejora en el superávit de la balanza comercial para los próximos dos años, impulsado por mejores términos de intercambio y mayores exportaciones de productos no tradicionales. La cuenta corriente también registraría un superávit, apoyada en la reducción de costos logísticos por la desaceleración global y en la recuperación del turismo receptivo.