Actualmente, el 90 % de las operaciones ya funcionan bajo este sistema, lo que marca un importante paso hacia una minería más sostenible y segura.
La minera brasileña Vale anunció que eliminará por completo el uso de agua en el procesamiento de mineral de hierro en su complejo de Carajás, ubicado en el estado de Pará, para fines de 2027. Esta transformación implica que todo el «Sistema Norte» operará con tecnología de procesamiento en seco, utilizando únicamente la humedad natural del mineral. Actualmente, el 90 % de las operaciones ya funcionan bajo este sistema, lo que marca un importante paso hacia una minería más sostenible y segura.
Entre los principales beneficios de esta transición se encuentra la eliminación de colas —residuos mineros que suelen almacenarse en represas—, lo que reduce significativamente el riesgo de fallas estructurales y filtraciones. Además, prescindir de represas disminuye los costos asociados a infraestructura, monitoreo y seguros, al tiempo que mejora la seguridad operativa y facilita el cierre de minas. Esta estrategia también fortalece el cumplimiento de estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), alineando las operaciones con los objetivos globales de sostenibilidad.
Paralelamente, Vale impulsa el proyecto Gelado, una iniciativa de minería circular que busca recuperar residuos almacenados desde 1985 en el embalse homónimo para transformarlos en pellet feed de alta calidad. Este proceso, que emplea dragas eléctricas alimentadas por energía renovable, permite reintroducir material con alto contenido de hierro (alrededor del 63 %) en la cadena de valor, evitando la apertura de nuevas áreas de extracción y reduciendo el impacto ambiental.
La producción del proyecto Gelado está en rápida expansión: se proyectan 2,5 millones de toneladas en 2025, 5 millones en 2026 y 6 millones para 2027. Gracias a esta tecnología, se estima una reducción de aproximadamente 484 000 toneladas de CO₂ en una década, equivalente a sacar de circulación más de 100 000 automóviles compactos a gasolina. Además del ahorro energético, la reutilización de residuos disminuye la necesidad de transporte y preserva el entorno ecológico de la región.
Con miras al 2030, Vale se propone que el 10 % de su producción anual provenga de operaciones circulares, incluyendo el reciclaje de colas, la reutilización de arenas descartadas y el desarrollo de nuevos productos con base en residuos mineros. El proyecto Gelado es hoy el emblema de esta transición, pero la empresa también explora otras formas de innovación en economía circular. Así, Vale reafirma su compromiso con una minería más eficiente, segura y ambientalmente responsable, posicionándose como un referente global en sostenibilidad en el sector.