Experto plantea mayor inversión, presencia territorial y un modelo adaptado de formalización para mineros artesanales en Perú
El proceso de formalización minera en Perú requiere un cambio estructural. Así lo planteó Aarón Quiñón, investigador del Centro de Estudios sobre Minería y Sostenibilidad de la Universidad del Pacífico, durante su exposición en el último Jueves Minero del IIMP. Para el especialista, la incorporación de la minería artesanal a la economía formal no solo es posible, sino también clave para el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
Quiñón reveló que, en 2024, el presupuesto destinado a erradicar la minería ilegal asciende a S/ 119 millones, mientras que los recursos asignados a la formalización apenas alcanzan entre S/ 21 y 25 millones. “El proceso de formalización actual requiere recursos, estrategia y presencia efectiva en el territorio”, afirmó, tras presentar un estudio realizado junto a la Universidad de Oxford en regiones como Madre de Dios, Arequipa, La Libertad y Lima.
Según estimaciones recientes, entre 300,000 y 500,000 mineros artesanales operan en el país, pero solo 27,000 mantienen su inscripción vigente en el proceso de formalización. Desde su inicio en 2002, apenas 11,000 mineros han logrado completarlo. “La frase más común que escuchamos en campo fue: ‘me arrepiento de haberme formalizado’”, indicó Quiñón, aludiendo a la complejidad de trámites.
Como solución, el investigador propuso una hoja de ruta que incluya incentivos económicos y técnicos, regulación efectiva de la cadena de valor, centros locales de asistencia para la MAPE y un enfoque adaptado a la diversidad territorial del país. “Formalizar es posible, pero requiere voluntad política, enfoque territorial y una política pública que deje de castigar y empiece a construir”, concluyó.