YPF lidera los envíos con más de 5 millones de barriles en lo que va de 2025, seguida por Shell, Petronas y Vista.
El Oleoducto Trasandino (Otasa) consolida su rol como vía estratégica para las exportaciones de petróleo no convencional de Vaca Muerta hacia Chile. Desde su reactivación en mayo de 2023, el ducto ha alcanzado el 80 % de su capacidad operativa, con un promedio de 86 mil barriles diarios exportados entre enero y mayo de 2025, según cifras oficiales de la Secretaría de Energía de Argentina.
Con una capacidad máxima de 110 mil barriles diarios, Otasa conecta la estación de bombeo en Puerto Hernández con la refinería chilena ENAP en Biobío. La estatal argentina YPF lidera las exportaciones con el 39,6 % del total transportado, equivalente a más de cinco millones de barriles. La producción proviene de yacimientos clave como Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur.
Shell, con una participación del 19,1 %, envió más de 2,4 millones de barriles, principalmente desde Bandurria Sur, donde opera junto con Equinor y YPF. Le siguen Petronas (17,6 %) y Vista (15,2 %), que completarán próximamente el traspaso de la participación en La Amarga Chica. Se estima que Vista aportará más del 30 % de la producción destinada a Chile.
Otasa permaneció cerrado desde 2006, pero su reapertura en 2023, impulsada por proyectos como Vaca Muerta Oil Norte (VMON), retornó la fluidez a la integración energética binacional. Tras Estados Unidos, Chile se ha posicionado como el segundo comprador de petróleo argentino, consolidando el auge exportador de Vaca Muerta.