No se trata de un procedimiento que deba aplicarse de manera indiscriminada.
El jefe de Perforación y Voladura en Minera Chinalco Perú – Tajo Toromocho, Alain Mestanza, explicó durante su conferencia técnica “Trascendencia del uso óptimo de la perforación de menor diámetro en la gran minería mundial”, en el Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP), el rol del precorte en la estabilidad de taludes, la reducción de vibraciones y la optimización de la relación de desmonte (stripping).
Desde fines de los 90, cuando se aplicó por primera vez en Antamina, y posteriormente en Toquepala y Cuajone, el precorte pasó a convertirse en práctica común en la minería a tajo abierto en el Perú y la región. Sin embargo, Mestanza remarcó que no se trata de un procedimiento que deba aplicarse de manera indiscriminada, sino que requiere un análisis técnico de cada banco y dominio geotécnico.
Las condiciones geológicas determinan cuándo aplicar o sustituir el precorte
El especialista explicó que esta técnica es especialmente recomendable en macizos competentes o moderados con discontinuidades que comprometen el talud, en fases profundas o cercanas a rampas, y donde se exige un control estricto de vibraciones. En contraste, en rocas blandas o alteradas, el precorte puede no generar el filtro esperado, siendo preferible optar por voladuras buffer o short-hole.
Los parámetros de diseño deben ajustarse banco a banco
Mestanza detalló que la aplicación técnica requiere diámetros de 4 a 6⅛ pulgadas, burdens de 10–14 diámetros y espaciamientos de 10–16 diámetros, con uso de emulsión encartuchada desacoplada según el diámetro real de perforación. En cuanto a la secuencia, recomendó detonar el precorte con unos 10 segundos de anticipación respecto a la voladura primaria, segmentando la carga en bloques menores a 200 taladros para no superar los umbrales de vibración.
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El control de vibraciones garantiza la seguridad y la estabilidad de taludes
Con el soporte de geófonos y micrófonos, es posible correlacionar los diseños de voladura con los registros de PPV y SPL, manteniendo los valores dentro de los límites seguros. Esta práctica, dijo, resulta indispensable para evitar daños en estructuras y controlar la estabilidad de los taludes en minas profundas como Toromocho.
La integración con buffer y short-hole amplía las alternativas de control
En condiciones de macizo poco competente, es posible optimizar la estabilidad mediante la inclusión de 1 a 3 filas buffer o perforaciones short-hole, reduciendo la sobrescabación y mejorando el ángulo interrampa. La elección depende directamente del mapeo geológico y de la caracterización geotécnica previa.
La conciliación de resultados refleja el impacto económico del diseño
Para Mestanza, el verdadero valor del precorte está en la reconciliación con el área de Planeamiento, donde se mide si el diseño permitió cumplir con los ángulos planificados y mantener una relación de desmonte (stripping ratio) favorable. Recordó que un manejo óptimo puede representar ahorros de hasta cientos de millones de dólares a lo largo de la vida de mina.
La perforación de menor diámetro marca la diferencia en el largo plazo
El conferencista concluyó que el precorte, aplicado con perforación de menor diámetro, cargas desacopladas y un riguroso control de calidad, sigue siendo una herramienta clave para garantizar taludes estables, reducción de riesgos y eficiencia económica. No obstante, insistió en que su uso debe evaluarse técnicamente y no aplicarse de manera automática.