El Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) ya emplea a más de 6.100 personas y permitirá que la minera opere con más del 90% de agua de mar y recirculada hacia 2027, reforzando la sustentabilidad en la Región de Coquimbo.
Con una fuerza laboral que supera las 6.100 personas, Minera Los Pelambres avanza en el Proyecto de Adaptación Operacional (PAO), considerado clave para garantizar la continuidad productiva en un escenario de creciente escasez hídrica. La iniciativa, que contempla una inversión cercana a los US$2.000 millones, busca duplicar la capacidad de la planta desalinizadora de Los Vilos y construir un nuevo trazado para el concentraducto, más alejado de las zonas pobladas.
Empleo y aporte económico en la región
Cerca del 39% de los trabajadores contratados pertenecen a la región de Coquimbo, superando lo comprometido en la Resolución de Calificación Ambiental. A esto se suman contratos con proveedores locales, que ya han significado una inyección de más de US$38 millones a la economía regional.
“El proyecto se encuentra en el período de máxima contratación, lo que nos permite avanzar según lo planificado y, al mismo tiempo, generar empleo local y oportunidades de negocio”, destacó Alejandro Vásquez, vicepresidente de Operaciones y gerente general de Los Pelambres.
Un futuro minero sustentable con agua de mar
El PAO es parte de la estrategia Los Pelambres Futuro, que busca consolidar a la operación como referente en gestión hídrica. La meta es que hacia 2027, más del 90% del agua utilizada provenga del mar o de circuitos de recirculación, reduciendo la dependencia de fuentes continentales.
“Esta inversión nos permite aportar al desarrollo de la Región de Coquimbo y del país, a la vez que aseguramos una minería más responsable con el entorno”, señaló Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
Una hoja de ruta hacia 2035
El plan de sustentabilidad de Los Pelambres contempla tres proyectos: el INCO, que desde 2024 aporta 400 l/s de agua desalinizada; el actual PAO; y el Proyecto de Extensión de Vida Útil (EVU), en evaluación ambiental, que apunta a prolongar las operaciones más allá de 2035 con un suministro basado principalmente en agua de mar.
Desde 2022, la compañía opera además con electricidad proveniente en un 100% de energías renovables, lo que fortalece su compromiso de avanzar hacia una minería baja en emisiones y adaptada a los retos climáticos.