La presidenta de México señaló que los vencimientos de la petrolera en 2025 y 2026 obligarán a Hacienda a destinar recursos extraordinarios. El déficit fiscal proyectado subirá a 4,3% del PIB en 2025, mientras se prepara un plan para que Pemex recupere autonomía en 2027.
La “maldita deuda corrupta” y su peso en el presupuesto
En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que el rescate de Pemex está presionando las cuentas fiscales por lo que calificó como la “maldita deuda corrupta” heredada de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Los vencimientos más duros se concentran en 2025 y 2026, lo que obliga a Hacienda a reasignar recursos y ajustar la meta de consolidación fiscal. Como resultado, el déficit presupuestario pasó de 3,9% a 4,3% del PIB en 2025, y se estima en 4,1% para 2026.
¿Por qué más deuda y menos producción?
El secretario de Hacienda, Édgar Amador Zamora, explicó que 46% de los vencimientos de Pemex caen en el actual sexenio, con 26% en los años críticos 2025-2026. El endeudamiento de la empresa creció 130% en la última década, pasando de 43.000 a 100.500 millones de pesos.
En contraste, la producción de gasolinas y diésel cayó de 718.000 a 324.000 barriles diarios entre 2012 y 2018, mientras que la petroquímica se redujo a la mitad. “Mientras la deuda crecía, la elaboración de combustibles se desplomaba. La pregunta es: ¿a dónde se fue todo ese financiamiento?”, cuestionó Sheinbaum.
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Medidas de apoyo y plan para 2027
La mandataria anunció que Hacienda continuará absorbiendo parte del costo financiero de Pemex hasta 2026 para reducir la carga de intereses, con la expectativa de que la petrolera “camine sola” a partir de 2027.
En paralelo, Pemex invertirá en una nueva coquizadora en la refinería de Salina Cruz, fortalecerá la operación de Deer Park (Texas, EE.UU.), y desarrollará proyectos para reducir la dependencia del gas natural importado.
Pemex hacia 2035: diversificación y renovables
El plan estratégico de la petrolera contempla estabilizar el consumo de hidrocarburos, con un mayor aporte de energías renovables y la incorporación de fracturación hidráulica para ampliar la producción de gas natural.
“Pemex no puede ser un barril sin fondo. La apuesta es modernizar la empresa, aumentar la eficiencia y sostener el crecimiento energético del país con una visión de transición”, remarcó Sheinbaum.