El país adjudicó proyectos en el marco de AlmaGBA, superando la meta inicial y consolidando su primera apuesta BESS a gran escala.
Argentina marcó un hito en su transición energética al adjudicar proyectos de almacenamiento de electricidad por US$ 540 millones, la primera iniciativa a gran escala mediante sistemas de baterías BESS en el país. La Secretaría de Energía informó que la licitación AlmaGBA superó los objetivos iniciales al asignar 667 MW de capacidad, frente a los 500 MW previstos, gracias al alto interés del sector privado y la competitividad de las ofertas.
En total, 15 compañías presentaron 27 propuestas por 1.347 MW, de las cuales se adjudicaron contratos con las distribuidoras Edenor y Edesur, con el respaldo de CAMMESA como garante. “El mecanismo permitirá mejorar la fiabilidad del sistema eléctrico, reducir los cortes en picos de demanda, bajar los costos marginales de producción y brindar mayor flexibilidad al despacho de energía”, precisó el organismo.
La Secretaría también invitó a cinco proyectos adicionales a celebrar contratos con un valor fijo de US$ 12.591/MWh-mes, cifra menor a la originalmente ofertada. Estas iniciativas, que no resultaron adjudicadas por precio, podrían complementar la capacidad instalada sin restricciones de transporte. El plan forma parte de la estrategia de contingencia lanzada en 2024 para recuperar infraestructura, normalizar el mercado eléctrico y fortalecer la calidad del servicio.
¿Cuándo entrarán en operación las baterías a gran escala en Argentina?
El cronograma estima que los proyectos adjudicados estarán operativos en un plazo de 12 a 18 meses, lo que permitirá contar con energía disponible en situaciones de escasez y emergencias. Paralelamente, las distribuidoras deberán presentar planes de atención de contingencia. Para el Comité de Seguimiento del Plan 2024-2026, este avance coloca a Argentina en camino a convertirse en la mayor batería de Sudamérica, con un modelo energético más confiable, flexible y sostenible.