Las relaciones entre Estados Unidos y Brasil se vieron sacudidas 9 tras el anuncio del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 50% a los productos brasileños exportados a territorio estadounidense a partir del 1 de agosto. El arancel, según precisó Trump, será independiente de otros gravámenes sectoriales.
En su mensaje, el mandatario estadounidense también reiteró su crítica hacia los países BRICS, bloque económico del que Brasil forma parte junto a Rusia, India, China y Sudáfrica. La disputa se remonta al pasado domingo, cuando Trump criticó la cumbre de los BRICS celebrada en Río de Janeiro, calificando al grupo como “antiestadounidense” y amenazando con aplicar un arancel adicional del 10% a todos sus miembros.
En respuesta, Lula adoptó un tono firme durante la clausura de la cumbre. “El mundo ha cambiado. No queremos un emperador”, declaró. “Somos naciones soberanas. Si él cree que puede imponer aranceles, otros países también tienen derecho a imponer aranceles”.
Las tensiones diplomáticas escalaron rápidamente. Según informó Reuters, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil convocó al encargado de negocios de la embajada estadounidense en Brasilia para expresar su rechazo a una declaración emitida por la sede diplomática, en la que se defendía al exmandatario Bolsonaro, actualmente procesado por presuntamente planear un golpe de Estado en 2023.
Aunque se anticipa una respuesta formal por parte del gobierno brasileño, hasta el momento el Ministerio de Relaciones Exteriores no ha emitido comentarios adicionales sobre el incidente. La crisis diplomática entre ambos países continúa en desarrollo.
FUENTE: REUTERS