La canadiense reducirá en 60% su deuda convertible y obtendrá 30 millones de dólares en capital fresco, buscando reactivar la construcción de la primera refinería de sulfato de cobalto en América del Norte.
Electra Battery Materials, listada en Nasdaq y TSX-V, anunció un acuerdo con sus acreedores que le permitirá convertir 40 millones de dólares en pagarés e intereses en acciones a 0,60 dólares por título, reduciendo su deuda pendiente a 27 millones de dólares. El resto será consolidado en un nuevo préstamo a tres años.
En paralelo, la empresa planea recaudar 30 millones de dólares mediante la emisión de unidades a 0,75 dólares cada una, con un warrant ejercitable a 1,25 dólares. Los acreedores se han comprometido a participar con 10 millones, mientras que los accionistas podrán sumarse en igualdad de condiciones.
¿Qué significa este plan para la refinería de cobalto?
El CEO, Trent Mell, señaló que la operación marca un “punto de inflexión” al proporcionar una estructura de capital sostenible para completar la refinería de Temiskaming Shores, en Ontario. La instalación, que será la primera en producir sulfato de cobalto en América del Norte, permanece paralizada desde la pandemia por inflación y disrupciones en la cadena de suministro.
El CFO, Marty Rendall, aseguró que la operación “realinea las finanzas con el cronograma de producción”, fortaleciendo la base de capital y ofreciendo viabilidad para finalizar la obra, que cuenta con apoyo de varios niveles de gobierno.
Un proyecto estratégico para la cadena de suministro
La refinería busca posicionar a Canadá en la producción de insumos críticos para baterías de vehículos eléctricos, un segmento dominado hasta ahora por China. Según Electra, el consumo intermedio de ácido sulfúrico y la producción local de cobalto refinado son claves para reducir la dependencia de proveedores extranjeros en un mercado cada vez más estratégico para la transición energética.
Dilución accionaria y próximos pasos
Mell reconoció que el proceso es “difícil y dilutivo para los accionistas actuales”, pero lo consideró indispensable para preservar el valor del activo y destrabar su construcción. La compañía subrayó que analizó alternativas como venta de activos o fusiones, pero ninguna resultó más favorable que la reestructuración.
Las medidas todavía requieren aprobación de accionistas, visto bueno regulatorio y exención de la TSX-V, dado que el precio de emisión está por debajo de los umbrales mínimos. Se prevé que la junta extraordinaria de accionistas se realice en octubre.