En cuanto a distribución geográfica, la región de Antofagasta seguirá liderando el consumo eléctrico minero.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) publicó el estudio Proyección del consumo de energía eléctrica en la minería del cobre, donde proyecta un crecimiento sostenido en la demanda energética del sector cuprífero. Se estima que el consumo eléctrico pasará de 26,9 TWh en 2024 a 32,5 TWh en 2034, lo que representa un aumento del 20,8%, muy superior al 5,6% proyectado para la producción de cobre en el mismo período.
Este alza se explica principalmente por el mayor requerimiento de energía en procesos de concentración, que en 2034 consumirá 18,7 TWh (57,6% del total), y por el creciente uso de agua de mar, cuyo tratamiento e impulsión alcanzarán 5,4 TWh. En contraste, el consumo en lixiviación caerá de 3,8 TWh a 2,7 TWh, mientras que fundición y otros procesos mantendrán participaciones estables y menores.
En cuanto a distribución geográfica, la región de Antofagasta seguirá liderando el consumo eléctrico minero, aunque disminuirá levemente su participación del 56,6% en 2024 al 51,1% en 2034. Atacama, Tarapacá y Coquimbo experimentarán aumentos en su demanda, destacando esta última con un crecimiento del 107%.
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Respecto a la condición de los proyectos, en 2024 el 92,2% del consumo estará concentrado en operaciones base. Sin embargo, para 2034, esta participación bajará a 62,1%, abriéndose paso proyectos de reposición y nuevas inversiones, que en conjunto representarán más del 18% del consumo estimado.
Finalmente, el informe destaca avances en sostenibilidad. Para 2024, el 73,5% de la energía consumida en la minería proviene de fuentes renovables, proporción que se espera aumente a 78,2% en 2026, gracias a la renegociación de contratos eléctricos y a una creciente adopción de energías limpias en el sector.