El gobierno militar de Mali incautó aproximadamente 35 000 onzas de oro a la minera canadiense Barrick, en un nuevo episodio de control estatal sobre recursos naturales clave en África Occidental.
El gobierno militar de Mali incautó aproximadamente 35 000 onzas de oro a la minera canadiense Barrick, en un nuevo episodio de control estatal sobre recursos naturales clave en África Occidental.
La acción ocurrió días después de que el presidente de facto, Assimi Goïta, promulgara una ley que le otorga un mandato presidencial renovable indefinidamente, sin necesidad de elecciones. La operación fue ejecutada por helicópteros estatales que aterrizaron sin previo aviso en una instalación de la compañía, trasladando lingotes por un valor estimado de 117 millones de dólares, según un comunicado oficial de Barrick Gold Corporation, con sede en Toronto.
“La situación está evolucionando, pero se presume que la administración provisional podría vender el oro incautado”, señaló la empresa.
Nuevo entorno de riesgo para la minería internacional
Mali forma parte de un bloque de países del Sahel, junto con Níger y Guinea, donde los gobiernos militares han tomado medidas drásticas para aumentar la participación estatal en industrias extractivas. En junio, la junta de Níger se apropió de la mina de uranio de la francesa Orano, y Guinea rescindió un acuerdo con Emirates Global Aluminium.
“El oro sigue siendo la principal fuente de divisas para Mali. Acceder a ingresos por esta vía —con o sin Barrick— es estratégicamente clave”, explicó Jeremiah Enoch, asesor de riesgos en JS Held, desde Londres. Agregó que los fondos podrían destinarse a necesidades fiscales y de seguridad internas.
Regulación más estricta y presión fiscal a inversores
Desde 2023, el régimen militar maliense ha impuesto exigencias más severas a las mineras extranjeras, incluyendo el pago de supuestos impuestos atrasados y el cumplimiento de una nueva legislación que incrementa regalías y participación estatal en proyectos conjuntos.
Mientras que Barrick enfrenta tensiones crecientes, otras compañías con operaciones en Mali —como Allied Gold y B2Gold— han optado por acuerdos negociados para mantener la continuidad operativa.
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Contexto político: concentración del poder y conflicto armado
La nueva legislación firmada por Goïta elimina las restricciones a la duración de su mandato, enmarcándose en una narrativa oficial de “pacificación del país” ante una insurgencia islamista persistente desde hace más de una década.
Grupos como Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (afiliado a Al Qaeda) y el Estado Islámico en el Sahel han intensificado sus ataques en 2024, con operaciones que ahora amenazan regiones fronterizas con Benín, según el ACLED (Armed Conflict Location & Event Data Project).