ENERGÍA. Decían que no había reservas de gas. Bueno, aquí hay, destaca titular del MEM. Se viven días movidos en el Ministerio de Energía y Minas (MEM): buenas noticias sobre las reservas de gas, complicaciones en la negociación del gaseoducto, más ataques al Oleoducto Norperuano y anuncios de cambios normativos. Pero el ministro de esta cartera, Gonzalo Tamayo, tiene un mensaje claro (y político) para transmitir: “Queremos romper la incertidumbre sobre si el gas llegará al sur. Estamos evaluando todas las opciones”.
La semana pasada, CNPC confirmó que el lote 58 tiene 3,9 TCF de reservas probadas de gas, alrededor de 40% de lo que tenía el lote 88 de Camisea.
«Se debe sustentar un plan de desarrollo de infraestructura para separar el gas natural de los líquidos y para la comercialización. En cuanto a lo primero, uno puede pensar –y creo que sería la opción más deseable desde el gobierno– que haya un uso conjunto de la planta Malvinas. Como los yacimientos son cercanos, el gobierno vería que en cuestiones de tiempo, costos e impactos ambientales puede ser conveniente. Para la comercialización, hoy tenemos el gaseoducto surperuano, que es un contrato vigente», explicó Tamayo en entrevista con El Comercio.
Según indica el funcionario, el gas de este lote al sur «tomará lo que demora una inversión de la naturaleza descrita». Y es que en el caso de Camisea, desde que se adjudicó hasta la operación comercial, fue un período de cuatro años.
«Lo más importante es que confirma el potencial de hidrocarburos en la zona. Hay gente que decía que no había reservas. Bueno, aquí hay 4 TCF, no es poco. Esto extiende el horizonte de la economía del gas en el Perú2, destacó.
Gaseoducto Sur Peruano
Hasta hace unas semanas, el gobierno estaba optimista con la negociación para que Sempra-Techint reemplace a Odebrecht en el consorcio Gaseoducto Sur Peruano (GSP). El ministro Thorne incluso anunció una fecha de firma de la venta. Sin embargo, Sempra se retiró porque el Ejecutivo no accedió a modificar la cláusula anticorrupción como esta empresa pedía.
Tamayo señaló que el proceso de negociación de una adenda no es corto y ese tema ha sido discutido porque la adenda lo incluía, pero «consideramos conveniente indicarles a las empresas que el Ejecutivo no accedería al pedido de modificación. Se les avisó. No ha habido ningún cambio de opinión del Ejecutivo».
Por la complejidad que requiere este punto, fue discutido varias veces (por parte de la empresa), sobre todo en fechas más cercanas a cuando dimos el anuncio.
«Evaluamos varias opciones. No quiero entrar en detalles. Ellos planteaban algunas posibilidades de subsanación, pero la posición del Ejecutivo fue que era un elemento no negociable», aseveró.
El titular del MEM manifestó que el contrato está vigente. Así, están pendientes de la información que les sea remitida por las empresas, en el sentido de que están en condiciones de llegar al cierre financiero.
«Ese evento tiene que ser comunicado formalmente al Estado, el contrato establece unas determinadas fechas durante la segunda quincena de enero», finalizó.
(ECC)