La exploración, etapa clave en el ciclo minero, está atravesando una revolución impulsada por la tecnología y la demanda global de minerales estratégicos. La combinación de maquinaria pesada, equipos de última generación y servicios especializados permite a las empresas identificar nuevos yacimientos con mayor eficiencia, seguridad y precisión.
La exploración, esa fase crucial y a menudo invisible del ciclo de vida de un proyecto, es el cimiento sobre el cual se construye el futuro. Por ello es importante poner el foco en la maquinaria, los equipos y los servicios que están redefiniendo este campo y permiten a las empresas mineras ejecutar esta etapa con absoluta confiabilidad.
EL PODER DE LA PERFORACIÓN
En el corazón de cualquier programa de exploración se encuentran las perfora doras. La tecnología en cuanto a estas unidades ha evolucionado drásticamente, pasando de equipos rudimentarios a máquinas altamente sofisticadas, capaces de operar en las condiciones más extremas.
Así se tiene -en el mercado- a las perforadoras de diamantina, de circulación reversa y sónicas.
Más allá de la perforación, una red de equipos y tecnologías complementarias como drones y sistemas de vuelo no tripulados (UAVs); sensores remotos y geofísica; y sistemas GPS y de mapeo (GIS) son vitales para el desarrollo de la exploración.
Cabe indicar que el éxito de esta actividad depende de la pericia de los servicios especializados que la acompañan, como los de perforación y logística; laboratorios de análisis químico: y consultorías geológicas y de exploración.
Hoy en día, esta tarea se está volviendo más inteligente, automatizada y sostenible. La digitalización de los datos, el uso de inteligencia artificial para interpretar la información geológica y el desarrollo de tecnologías menos invasivas son el camino a seguir. El objetivo final es reducir el impacto ambiental, mejorar la seguridad del personal y encontrar los yacimientos del futuro de manera más eficiente.

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BOART LONGYEAR
La exploración minera constituye la fase inicial y estratégica del ciclo minero, orientada a la localización, evaluación y caracterización de depósitos minerales con potencial económico. Esta etapa es fundamental para reducir la incertidumbre geológica y orientar decisiones técnicas y financieras en proyectos extractivos.
“Para desarrollar esta actividad, se requiere un conjunto especializado de equipos y tecnologías que permiten realizar investigaciones tanto superficiales como subterráneas, con distintos niveles de precisión y profundidad”, refirió Santiago Valdez, Director País de Boart Longyear.
En cuanto a plataformas de perforación para superficie, destacan modelos como las LF90, LF160 y LF230, las cuales permiten la extracción de núcleos de roca para análisis estructural y geoquímico. “La primera, ofrece alta movilidad, mástil telescópico con dump, diseño hidráulico simple y seguridad reforzada con cabezal desplazable. La LF160 incorpora el Freedom Loader FL262, un cabezal basculante para facilitar maniobras y sistema hidráulico de sujeción sin llaves manuales. En tanto, la LF230 destaca por su cabrestante de 40,000 lbs, el sistema patentado Nitro Chuck y su capacidad para extraer barras de hasta 9 m, todo en un diseño compacto”.
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