Esta planta, actualmente en proceso de construcción, marca un hito clave para la compañía y para el sector minero sudamericano, acercando significativamente la fabricación de revestimientos de molino de acero al corazón de la industria extractiva regional.
Bradken, líder mundial en soluciones de ingeniería y fabricación para la industria minera, da un paso firme en su estrategia de expansión global con la construcción de una nueva fundición en Chilca, Perú.
La fundición de Chilca está diseñada como una planta de última generación que combina tecnología de punta con un enfoque centrado en la sostenibilidad, la eficiencia energética y el impacto social positivo. Esta inversión no solo refuerza la capacidad productiva de Bradken en la región, sino que también reafirma su compromiso con el desarrollo económico del Perú y con la transición hacia una minería más responsable y sustentable.
Referente en fabricación regional
La nueva planta se construye a unos 60 kilómetros al sur de Lima, en el distrito de Chilca, una ubicación estratégica cercana a los principales corredores logísticos y mineros del país. Desde allí, Bradken podrá abastecer con mayor rapidez y eficiencia a los clientes de toda Sudamérica, reduciendo significativamente los tiempos de entrega y los costos asociados a la importación de productos desde otras regiones del mundo.
Aumentando también nuestra capacidad de producción global: 20.000 toneladas anuales más de revestimientos de molinos de acero.
El proyecto nace como una extensión natural del éxito alcanzado por la planta de Lima, donde la compañía ha desarrollado con éxito la producción de revestimientos de molino compuestos. La nueva fundición ampliará esta oferta incluyendo revestimientos de acero, brindando así a los clientes acceso a una gama completa de soluciones fabricadas localmente para todo tipo de aplicaciones mineras.
Se espera que la planta esté completamente operativa en 2026, momento en el que tendrá la capacidad de generar alrededor de 200 empleos directos y más de 1,200 empleos indirectos, entre servicios logísticos, mantenimiento, construcción y proveedores locales. Esta generación de empleo no solo beneficiará a Chilca, sino también a otras comunidades cercanas, posicionando a la planta como un motor de crecimiento para la región
Tecnología, eficiencia y sostenibilidad
Desde su concepción, la fundición de Chilca fue pensada como una planta eficiente, moderna y respetuosa con el me- dio ambiente. Uno de los objetivos clave del proyecto es que el 99.5 % de la energía eléctrica utilizada provenga de fuentes renovables, como parte de la ambiciosa meta de Bradken de alcanzar la neutralidad de carbono en sus emisiones de Alcance 1 y 2 para el año 2030.
Para lograrlo, se integrarán tecnologías avanzadas como sistemas de control de emisiones de alto rendimiento, destacando las campanas extractoras Tornado®, que minimizan la dispersión de partículas contaminantes en el ambiente. Además, se implementarán hornos de tratamiento térmico con optimización energética, gestionados por vehículos guiados automáticamente (AGV), que aumentan la precisión del pro- ceso y reducen el consumo de energía.
La digitalización también desempeñará un papel fundamental en la planta, a través de sistemas de control de procesos de calidad, monitoreo en tiempo real y herramientas digitales que permitirán optimizar la producción, minimizar errores y garantizar el cumplimiento de los más altos estándares inter- nacionales.
Compromiso con la RSE
Más allá de la innovación técnica, Bradken considera que su impacto debe medirse también por la diferencia positiva que puede generar en las comunidades donde opera. Por ello, la nueva planta en Chilca ha sido diseñada con un fuerte enfoque en la responsabilidad social empresarial (RSE).
La compañía se ha comprometido a crear empleos inclusivos y de alta calidad, promoviendo activamente la diversidad de género en todos los niveles de la organización. También invertirá en programas de capacitación técnica y profesional, buscando desarrollar el talento local y fomentar el crecimiento de nuevas generaciones de trabajadores calificados en el sector industrial.
En paralelo, Bradken continuará apoyando programas comunitarios en Chilca y otras regiones mineras claves del Perú, con iniciativas orientadas a fortalecer la resiliencia social, la educación, la salud y el emprendimiento local.
Economía circular e innovación sostenible
Otro pilar del proyecto es el enfoque en la economía circular. La planta operará con procesos optimizados para reducir residuos, aumentar las tasas de reciclaje y producir aleaciones personalizadas que maximicen la vida útil y el rendimiento de los revestimientos. Esta filosofía permite no solo disminuir el impacto ambiental, sino también ofrecer productos más eficientes y adaptados a las necesidades específicas de cada cliente.
Bradken socio estratégico en Sudamérica
La construcción de esta nueva planta consolida la presencia de Bradken en Sudamérica y refuerza su posición como un socio estratégico para la industria minera regional, combinando capacidad tecnológica, compromiso ambiental y responsabilidad social.
Con la puesta en marcha de la fundición de Chilca, Bradken se prepara para atender la creciente demanda de soluciones locales, confiables y sostenibles, en un contexto en el que la minería enfrenta grandes retos de productividad, regulación ambiental y transformación digital.
Juntos, estamos construyendo un mejor futuro: impulsando el rendimiento, apoyando a las comunidades y liderando la transición hacia una manufactura más limpia, eficiente e inclusiva.