El vicepresidente del grupo Moody’s Investors Service, Jaime Reusche, señaló que la participación de los capitales privados será importante para la recuperación económica del Perú, aprovechando su fortaleza macroeconómica.
En entrevista con el diario oficial El Peruano, Reusche analiza la coyuntura del Perú con el nuevo Gabinete que tendrá la tarea de reactivar la actividad productiva del país y superar el impacto de la pandemia del coronavirus.
¿Qué expectativas tiene Moody’s ante el nuevo Gabinete Ministerial?
Es saludable el recambio en el Gabinete y esperamos que con los nuevos ministros se genere mayor coordinación en la implementación de políticas públicas. Lo más destacable es que se mantiene en su cargo la titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), María Antonieta Alva, lo cual generará continuidad en la política económica y fiscal, algo muy importante en esta fase de reactivación de la economía. Para esto será fundamental contar con la confianza de los mercados y del sector empresarial para arrancar con fuerza y recuperar el terreno perdido en cuanto a empleo y producción.
¿Cómo observan el primer mensaje del jefe del Gabinete, Pedro Cateriano, para impulsar la inversión?, ¿reforzará la confianza de los mercados e inversores en el Perú?
Es un muy buen comienzo, con un mensaje conciliador, que busca tender lazos con el sector privado y marca una diferencia crucial de la desacertada visión de que el sector público puede cargarse todo el país al hombro.
La positiva señal es que la inversión privada será bienvenida como socio principal para la recuperación.
La expectativa es que se mantenga esta estrategia de involucrar al sector privado y de facilitarle el camino hacia la creación de empleo. Será importante que esto no solo quede en buenas intenciones, sino que sirva de puente para una buena gestión del Gobierno en esta fase tan crítica de la recuperación.
¿Cuáles serán los retos del Gobierno en el plano económico?
El Gabinete tendrá que proyectar un mensaje conciliador con el sector empresarial y seguir el liderazgo del MEF en esta fase tan delicada, en la que queda muy poco tiempo, hasta que ingrese un nuevo gobierno; además de hacer todo lo posible para dinamizar el crecimiento de la economía de manera responsable y sostenible.
¿Cómo evalúa la reanudación de las actividades económicas a julio del presente año?
El plan es cauto y ordenado, mas hay sectores con baja intensidad de mano de obra, pero que tienen un efecto importante sobre la economía, como el minero, que pudieron reabrir con mayor anticipación.
Al Gabinete anterior le faltó mayor coordinación con el sector privado en determinar el momento de reabrir ciertos sectores y colaborar en implementar estrategias de reapertura que minimicen el contagio. Esto resalta la importancia del diálogo con los gremios empresariales, que tendrá que ser una tarea continua del nuevo presidente del Consejo de Ministros.
¿Se mantiene la fortaleza macroeconómica del Perú?, ¿cuáles son los riesgos?
Muchos de los logros sociales, como la reducción de la pobreza y el incremento del empleo formal, que tanto trabajo costaron, se van a revertir a los niveles que teníamos hace cerca de una década.
Si bien el Perú cuenta con una economía saludable que debería recuperarse en los próximos tres a cuatro años, el riesgo de que no se adopten medidas para agilizar el crecimiento de la economía de manera responsable empezará a pesar sobre la calificación de riesgo que posee (de A3), la segunda mejor de América Latina.
Al Perú siempre se le otorga el beneficio de la duda por su larga trayectoria de estabilidad macrofiscal y la credibilidad que tienen sus autoridades económicas. El siguiente gobierno tendrá una tarea pendiente en establecer una agenda extensiva de reformas macro y microeconómicas para aumentar el potencial de crecimiento de la economía de manera significativa, de lo contrario se generaría presión sobre la calificación actual. La base de la recuperación está dada por la fortaleza económica del Perú, pero se tiene un Congreso hiperactivo que adopta medidas cortoplacistas contraproducentes con los esfuerzos de las autoridades económicas por estabilizar la actividad productiva.
Perspectivas
Reusche comenta que Moody’s mantiene a la fecha su proyección de una contracción de la economía peruana en 9.3% para el 2020 y un rebote de 8% de crecimiento en el 2021.
Refirió que el dato de crecimiento de mayo fue de una contracción de 32.75%, lo cual estuvo en línea con las expectativas de una caída de 35%.
“En junio, nuevamente veremos una contracción fuerte de alrededor de 25%, pero indicando un ritmo menor de contracción. Los datos que serán claves para determinar la fuerza de la recuperación son los de julio y agosto. Es a partir de esos dos datos que haremos ajustes a nuestras proyecciones”, subrayó.
En el plano mundial, refirió que la mayoría de las economías avanzadas parecen ya estar controlando la pandemia, pero en algunas el contagio sigue elevado, lo que sugiere que una recuperación firme y duradera dependerá de la disponibilidad de una vacuna eficaz.
“Por el momento, la recuperación económica global se da de manera gradual, pero es frágil y seguirá demandando de mucho cuidado por parte de las políticas públicas que se implementen”, dijo. Refirió que as medidas fiscales y de liquidez de los bancos centrales en las economías avanzadas apoyan mucho esa recuperación.
Datos:
1) El producto bruto interno (PBI) de mayo de este año empezó a registrar una menor contracción (-32.75%) respecto al -40.49% de abril, con la reapertura gradual de la economía.
2) La producción de electricidad en junio se acerca a los niveles que tenía antes de la cuarentena, un indicador adelantado del dinamismo de la actividad productiva.
3) Al 8 de julio, las medidas económicas para enfrentar la pandemia ascendieron a 126,280 millones de soles.
4) En junio, las expectativas empresariales que mide el Banco Central de Reserva (BCR) empezaron a ubicarse en el tramo optimista.