La mujer, momificada en posición sentada, fue encontrada a solo 50 cm de profundidad en Puente Piedra mientras se instalaban ductos de gas natural. Cálidda ya ha registrado más de 2.200 hallazgos similares.
Mientras extendían una tubería de gas natural en el distrito limeño de Puente Piedra, obreros encontraron por accidente una momia preincaica envuelta en un fardo vegetal. El hallazgo, realizado a solo 50 centímetros de la superficie, fue reportado por el arqueólogo José Aliaga, quien acompaña rutinariamente las obras de excavación de la empresa Cálidda, distribuidora del servicio. “La hemos encontrado a una profundidad bastante menor comparada con otros entierros”, explicó Aliaga a la agencia AP, señalando que la momia tiene más de mil años de antigüedad.
Junto al cuerpo, que pertenece a una mujer de entre 20 y 30 años, se hallaron nueve vasijas y un plato con restos de crustáceos, elementos funerarios característicos de la cultura Chancay, que floreció en la costa central entre los años 1100 y 1470. “Es muy común hallar en la costa peruana, incluyendo Lima, una serie de materiales arqueológicos, principalmente elementos funerarios: se encuentran tumbas, entierros y, entre estos, individuos momificados”, comentó el arqueólogo Pieter Van Dalen, docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Aunque no participó directamente en el descubrimiento, precisó que las momias se preservan naturalmente en los desiertos o mediante procedimientos culturales.
Este nuevo hallazgo confirma la riqueza arqueológica sobre la cual se asienta la capital peruana, donde Cálidda ha registrado más de 2.200 hallazgos durante sus trabajos de expansión de red subterránea en las últimas dos décadas. La ciudad de Lima, construida sobre antiguos campos agrícolas, contiene más de 400 zonas arqueológicas documentadas oficialmente.
Además de cuerpos humanos, los operarios de Cálidda han desenterrado momias de niños, cerámicas y figuras Cuchimilco, consideradas por culturas preincaicas como guías hacia el más allá. Estos hallazgos revelan cómo la expansión urbana ha avanzado sobre un inmenso patrimonio enterrado que sigue emergiendo a diario desde las entrañas de la ciudad.