HIDROCARBUROS. Geopark espera para 2018 luz verde a EIA de lote 64. La puesta en explotación del lote 64 puede convertirse en un hito para el futuro petrolero del país. Pondrá a prueba qué tanto puede mantenerse el atractivo a la inversión en este rubro en el Perú, habida cuenta de los altos costos logísticos que enfrenta esta actividad en la selva peruana, donde está ubicado este lote (frontera con el Ecuador).
Estos últimos incluyen, en realidad, sobrecostos que son consecuencia de normas ambientales y, en algunos casos, de los pasivos ecológicos que se han acumulado y que son motivo de conflictos sociales.
Una fuente del equipo económico sostiene que el futuro del lote 64 se ve promisorio porque el operador a cargo – Geopark que tiene el 75% de participación y es socio de Petroperú que mantiene el 25%– habría logrado reducir el costo de perforación a US$ 50 millones por pozo (el costo para el operador anterior llegó hasta US$ 150 por pozo), con lo cual la operación sería rentable, considerando un precio de US$ 45 por barril (precio promedio actual que subiría encima de US$ 50 en el 2018).
Según la fuente, Geopark espera empezar a producir a fines del 2019, con 10,000 barriles de petróleo al día (bpd) porque ya cuenta con dos pozos perforados, y lo que falta es el estudio de impacto ambiental (EIA) que se espera que esté aprobado entre mediados y fines del 2018.
Actualmente, se viene trabajando una plataforma social y ambiental muy intensa y la expectativa es poder lograr los acuerdos sociales y ambientales a mediados (o a más tardar a fines) del 2018.
También se construirá un ducto de pequeña extensión (40 km) que una el pozo con el río y de ahí trasladar el petróleo por barcazas hasta la planta más cerca al Oleoducto Norperuano, el cual estaría listo a fines del 2018.
Riesgos
Será el primer EIA en la Amazonía bajo la nueva normativa ambiental, por lo que se trata de un estudio integral, que será evaluado de esa misma manera por el Senace y, por eso, se espera que ahorrará bastante tiempo. Sin embargo, hay riesgos que pueden hacer que el EIA demore.
Uno es que las evaluaciones mismas del Senace demoren; también está el tema social, que podría “calentarse” a partir de lo que ocurra en el lote 192 (reclamos de las comunidades nativas por la remediación de pasivos ambientales).
Otro tema que preocupa es que la consulta previa que se viene exigiendo para la explotación del lote 192 se haga extensiva. “Con ello, se cerraría la puerta a todos aquellos contratos petroleros que fueron firmados antes del 2011, y que son muchos, y que no estaban sujetos a la consulta previa (para sus nuevas inversiones en el mismo lote)”, dice la fuente.
Inversión
La inversión estimada para la primera etapa de desarrollo del lote 64 asciende a US$ 200 millones, monto que se usará para construir un oleoducto de 40 km, poner en operación los pozos, construir la planta de producción y hacer frente a los costos de transporte.
El objetivo es bajar este costo a US$ 150 millones, pero no sería posible por las demoras y otros problemas logísticos. Este 2017 se cerrará con una inversión de US$ 50 millones. La inversión fuerte de la primera etapa se realizaría el próximo año.
*foto referencial
(BQO)