En lo que va del año, se han registrado cuatro atentados contra el ONP.
Petroperú recuperó el control de la Estación 5 del Oleoducto Norperuano (ONP), ubicada en el distrito de Manseriche, provincia del Datem del Marañón (Loreto), tras permanecer tomada durante 61 días por pobladores de comunidades y organizaciones. La medida de fuerza, ajena a la gestión de la empresa, fue impulsada para presionar al Ejecutivo con demandas de financiamiento para proyectos públicos locales.
La liberación fue posible gracias a una intervención conjunta del Ministerio Público, la Policía Nacional del Perú (PNP) y personal de Petroperú, quienes realizaron una inspección para constatar el estado de la infraestructura. Durante la diligencia se verificaron graves daños materiales y el robo de equipos esenciales como computadoras, cámaras de videovigilancia, antenas parabólicas, uniformes, herramientas, combustible y medicamentos.
La recuperación de esta instalación ocurre en un contexto crítico para el ONP. El pasado 19 de marzo, se registró un atentado contra la infraestructura en el kilómetro 315+535 del Tramo II, en la comunidad nativa Sinchi Roca. Aunque Petroperú logró contener la fuga de petróleo activando su Plan de Contingencias, el personal fue impedido de realizar las labores de limpieza por restricciones impuestas por la comunidad.
Desde entonces, se han sostenido múltiples espacios de diálogo con participación de representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, las negociaciones se han visto afectadas por exigencias que Petroperú considera inaceptables, como la contratación de 100 personas con jornales diarios de S/150. Incluso se reportaron amenazas de sabotaje, que se concretaron el 27 de mayo con un nuevo atentado, cuando se retiró deliberadamente la grapa de seguridad instalada en la tubería, provocando otra fuga de crudo que alcanzó una quebrada cercana.
En lo que va del año, se han registrado cuatro atentados contra el ONP. Petroperú ha reiterado su pedido urgente a las autoridades para que se tomen medidas firmes que garanticen la integridad de este Activo Crítico Nacional (ACN), cuya operación demanda anualmente más de 120 millones de dólares. La empresa advierte que estos actos de vandalismo no solo ponen en riesgo la sostenibilidad del ducto, sino que también generan un impacto grave sobre el ambiente y la salud pública.
Petroperú ha iniciado trabajos de limpieza y evaluación técnica en la Estación 5 para restablecer las condiciones necesarias para la reanudación progresiva de las operaciones. Asimismo, reitera su compromiso con el diálogo, pero exige garantías para operar en un entorno seguro y sostenible.