“Chevron no se mueve por intuiciones. Si ha decidido invertir, es porque los estudios geológicos muestran reservas valiosas».
El hallazgo es resultado de estudios sísmicos realizados por la empresa Anadarko, y marca un hito para la industria energética nacional por su escala y proyección.
Una alianza estratégica con impacto global
Montero también destacó la alianza estratégica entre Anadarko y Chevron, tercera mayor petrolera del mundo, para el desarrollo de este proyecto. La participación de Chevron incluye la perforación de cinco pozos exploratorios y diez pozos confirmatorios en aguas profundas, con una inversión estimada de US$ 100 millones.
El objetivo es claro: confirmar la existencia de reservas comerciales que puedan impulsar la autosuficiencia energética del Perú y revertir la actual balanza comercial negativa en el sector hidrocarburos.
Chevron diversifica sus fuentes: Perú entra en la ecuación
La llegada de Chevron al Perú se inscribe en un proceso más amplio de diversificación global de fuentes petroleras. Con la producción de crudo de esquisto en Estados Unidos mostrando señales de agotamiento, especialmente en la cuenca Pérmica, las grandes petroleras buscan nuevos territorios con potencial comprobado.
“Chevron está diversificando sus fuentes de suministro porque sabe que la Pérmica podría secarse en una década. Las grandes compañías no pierden tiempo: si están adquiriendo bloques en Perú, es porque hay petróleo, hay gas y hay valor”, señaló José Gonzales, editor internacional de Rumbo Minero American Mining.
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Un país que reaparece en el mapa energético
El ingreso de Chevron y el renovado interés de otras gigantes como Aramco reafirman que el Perú está recobrando su atractivo como destino petrolero. Si bien su producción actual ronda los 40 mil barriles diarios, se estima que podría llegar a un millón de barriles diarios, considerando el potencial de las cuencas amazónicas y del Zócalo continental.
“Chevron no se mueve por intuiciones. Si ha decidido invertir, es porque los estudios geológicos muestran reservas valiosas. Perú comparte formaciones geológicas con Ecuador, que ha alcanzado los 700,000 barriles por día. El potencial está ahí”, afirmó Gonzales.
Contexto global: petróleo vigente pese a la transición
El movimiento de Chevron coincide con un momento clave en el mercado global. Pese al impulso de las energías renovables, la demanda por petróleo sigue creciendo, especialmente en economías emergentes.
“La Agencia Internacional de Energía es optimista con una baja en la demanda, pero la OPEP prevé llegar hasta los 124-126 millones de barriles diarios al 2050. Las compañías petroleras actúan en función de esta realidad: todavía queda mucho por explotar”, comentó Gonzales.
Petroperú: clave o escollo
La reactivación del sector también abre un espacio para discutir el rol de Petroperú. La empresa estatal, afectada por años de sobrecostos y deuda, mostró signos de recuperación en el primer trimestre de 2025, con resultados positivos en su balance operativo.
Si se consolida su recuperación, Petroperú podría convertirse en socio estratégico para empresas como Chevron, o incluso en pieza clave para la integración vertical de la industria hidrocarburífera nacional.
Energía, geopolítica y oportunidad
En un entorno internacional marcado por la volatilidad energética y la necesidad de seguridad en el suministro, Perú se presenta como un jugador emergente. Con un litoral aún inexplorado, reservas amazónicas en evaluación y la llegada de gigantes como Chevron, el país vuelve a proyectarse como protagonista energético regional.
“La entrada de Chevron y Aramco le pone un sello de garantía al país como destino energético. En un escenario global incierto, 250,000 barriles adicionales en Perú valen tanto como varios millones en una región riesgosa”, concluyó José Gonzales.