A partir de junio, el Gobierno nacional de Argentina aplicará una serie de ajustes tarifarios que impactarán en los servicios básicos y el transporte público. Según confirmaron fuentes del sector, las boletas de luz y gas registrarán un aumento promedio del 2,6%, que será oficializado por los entes reguladores en los próximos días. Asimismo, se aplicará una suba del 1% en los impuestos a los combustibles, lo que se reflejará directamente en el precio final de la gasolina.
En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), AySA incrementará sus tarifas de agua en un 1%, mientras que las líneas de colectivos nacionales que operan en la zona verán un ajuste del 7%.
El gobierno de Argentina busca sostener su objetivo de consolidar el ajuste fiscal sin frenar la tendencia a la baja de la inflación. Por su parte, las tarifas de electricidad en el AMBA (bajo la órbita de Edesur y Edenor) serán actualizadas por el ENRE, mientras que el Enargas autorizará un incremento de hasta el 2,8% para las distribuidoras de gas según su ubicación geográfica.
En relación con los combustibles, el Ministerio de Economía resolvió continuar con el esquema de aumentos parciales, aplicando solo un 1% en junio sobre los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Esta medida, que representa un alivio temporal para los consumidores, implica para el Estado un costo fiscal superior a los USD 200 millones mensuales, de acuerdo con la consultora Economía y Energía.
Respecto al servicio de agua, AySA mantendrá su política de actualización mensual del 1% hasta que se convoque una nueva audiencia pública. Según información oficial, la empresa estatal alcanzó este año un superávit operativo por primera vez en 17 años, gracias al fuerte recorte de subsidios, el congelamiento de obras y una política de reducción de personal.