Ambas partes están en negociaciones mientras se desarrolla un proceso judicial en Bamako, cuya audiencia está prevista para este jueves.
Barrick Mining ha eliminado su complejo aurífero de Loulo-Gounkoto en Mali de su pronóstico de producción para 2025, según confirmaron fuentes a Reuters, en medio de una disputa legal y contractual con el gobierno militar del país. El complejo, uno de los mayores activos africanos de la minera canadiense, se encuentra inactivo desde enero tras la detención de personal, la incautación de tres toneladas de oro y la prohibición de exportaciones por parte del gobierno de transición.
El conflicto surge por una nueva legislación minera con la que Mali busca aumentar sus ingresos fiscales. Aunque aún no ha sido publicado un pronóstico oficial de Barrick para la producción en Mali, analistas estimaban un aporte de 250.000 onzas de oro en 2025. El complejo representaba hasta el 14 % de la producción global de Barrick y generó 949 millones de dólares en ingresos en los primeros nueve meses de 2024.
Ambas partes están en negociaciones mientras se desarrolla un proceso judicial en Bamako, cuya audiencia está prevista para este jueves. Mali solicitó al tribunal la designación de un administrador provisional para reabrir el complejo, lo que dejaría a Barrick sin control sobre las minas. La minera canadiense, por su parte, inició un arbitraje internacional en diciembre y pidió suspender el proceso judicial local, una solicitud rechazada por el tribunal del Banco Mundial en mayo.
Uno de los principales puntos de fricción es la jurisdicción para resolver disputas futuras. Mientras Mali exige que todo litigio se dirima en sus tribunales nacionales, Barrick insiste en que cualquier nuevo contrato debe contemplar arbitraje internacional bajo tratados vigentes. No obstante, Mali ofreció una concesión inusual: permitir la repatriación del 20 % de las ganancias de Barrick a cuentas extranjeras, una excepción frente a otros acuerdos renegociados.
La disputa ha generado preocupación entre los inversores. A pesar del respaldo de los altos precios del oro, la posibilidad de una administración provisional podría significar que Barrick recupere el control del complejo solo para encontrarse con reservas parcialmente agotadas. El caso también refleja el creciente riesgo regulatorio en Mali, tercer productor de oro de África, donde otras mineras extranjeras han enfrentado medidas similares, incluyendo detenciones durante renegociaciones.