Beijing endurece controles sobre minerales críticos, afectando a fabricantes occidentales de drones y municiones; EE.UU. refuerza su producción local.
China ha comenzado a restringir las exportaciones de minerales críticos a fabricantes de defensa occidentales, provocando demoras productivas y aumentos de precios sin precedentes. Según The Wall Street Journal, las autoridades chinas ahora exigen documentación detallada para demostrar el uso civil de estos materiales, afectando incluso a firmas con pedidos previos aprobados.
Pekín controla más del 90% del suministro mundial de tierras raras empleadas en tecnologías militares como sensores infrarrojos, motores de drones y municiones de precisión. Las medidas ya han provocado crisis de abastecimiento: el samario, clave para imanes de alta temperatura en cazas, se está cotizando hasta 60 veces por encima de su valor habitual.
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Las reservas de otros minerales estratégicos como germanio, galio y antimonio también se están agotando. Algunas empresas solo cuentan con inventarios para unos meses, lo que expone a los principales fabricantes de defensa a interrupciones críticas. La Agencia Internacional de Energía estima que China lidera la refinación del 95% de los minerales críticos más demandados.
En respuesta, el Departamento de Defensa de EE.UU. prohibirá el uso de imanes chinos a partir de 2027 y ha invertido en MP Materials para reforzar la producción nacional. El acuerdo garantiza precios mínimos cercanos al doble del mercado, lo que “impulsará los precios hacia arriba”, advirtió Ryan Castilloux, de Adamas Intelligence. Sin embargo, analistas como David Merriman prevén que la expansión global de suministro tardará años en concretarse.