Una brecha de tres dólares por barril podría implicar hasta COP 600.000 millones menos en ingresos fiscales para Colombia, según cálculos de Corficolombiana
El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) publicado esta semana por el Ministerio de Hacienda de Colombia volvió a poner sobre la mesa el debate sobre la sostenibilidad fiscal del país y su dependencia del petróleo. En el documento, el Gobierno estima que para 2036 el precio del barril Brent llegará a los USD 76, una cifra superior a la proyectada por la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), que prevé un valor de USD 73 en ese mismo año.
Aunque la diferencia pueda parecer marginal, su efecto sobre las arcas públicas es significativo. De acuerdo con estimaciones de Corficolombiana, cada dólar menos en el precio promedio del Brent podría traducirse en una pérdida de entre COP 200.000 y COP 250.000 millones en ingresos para el Estado colombiano. Así, si el precio real se alinea más con la previsión de la EIA, el país enfrentaría un desajuste fiscal de al menos COP 600.000 millones para 2036.
En 2024, el precio del Brent promedió los USD 80,6 por barril. Sin embargo, tanto el MFMP como los análisis internacionales proyectan una tendencia descendente. El propio Ministerio de Hacienda de Colombia estima un descenso hasta los USD 67,2 en 2025 y USD 62,3 en 2026, con una recuperación gradual que culminaría en el estimado de USD 76 dentro de 11 años.
Este escenario ilustra los riesgos de construir el presupuesto nacional sobre una base tan volátil como el petróleo. Mientras el Gobierno de Colombia incluye variables internas y proyecciones fiscales optimistas, organismos como la EIA basan sus previsiones en patrones globales de oferta, demanda y geopolítica.