Un sorpresivo anuncio del presidente Donald Trump activó una subida inmediata del cobre, mientras la nueva ley de presupuesto estadounidense aviva temores de estanflación y debilidad fiscal.
En un giro inesperado, el presidente Donald Trump anunció de forma unilateral una tarifa del 50% al cobre importado, lo que disparó su precio en los mercados internacionales. El pronunciamiento se realizó en la Oficina Oval durante una reunión de gabinete, alterando las proyecciones previas del mercado que anticipaban un anuncio oficial recién en septiembre de 2025.
“Sorpresivamente, contra todo pronóstico, el presidente Trump anunció (…) que ya había decidido cuál iba a ser el nivel de las tarifas del cobre: 50%”, explicó el editor internacional de Rumbo Minero, José Gonzales. La reacción fue inmediata: “En minutos, el cobre subió 13%, llegando a un pico del 17%”, precisó.
El precio del metal rojo se estabilizó en torno a los 5,54 dólares por libra, superando su récord histórico de 5,20. Gonzales señaló que “el mercado indica que estas tarifas podrían seguir subiendo” y que la incertidumbre persiste sobre si se aplicarán solo a los concentrados, al cobre reciclado o a productos chinos con contenido de cobre.
Para el Perú, el panorama es mixto, debido a que la mayoría de sus exportaciones cupríferas van a China. Además, los inventarios globales se mantienen altos y el spread entre el London Metal Exchange y la Bolsa de Chicago sugiere que los precios seguirán elevados. “Todo va a depender de cómo las tarifas afecten los márgenes y los costos de producción y de venta”, explicó.
Sin embargo, el impacto estructural para EE.UU. también preocupa. “Esta en última instancia es una mala noticia para Estados Unidos, que consume 1,6 millones de toneladas de cobre al año e importa la mitad”, advirtió Gonzales para Rumbo Minero TV. Además, vinculó esta política comercial con la nueva ley presupuestaria aprobada en ese país: “Es una ley deficitaria, mantiene los recortes del ingreso fiscal a las corporaciones, recorta beneficios a los más pobres e incrementa el gasto en defensa y migración”.
Esta combinación de gasto elevado, ingreso reducido y tarifas generalizadas, incluidas a 22 países como Brasil, generó una presión adicional sobre el dólar, que se ha devaluado un 10% en términos reales este año. “Los temores de una estanflación en los Estados Unidos en la segunda mitad del año se mantienen”, concluyó Gonzales, advirtiendo que, si bien los precios del cobre se benefician, la estabilidad económica global sigue bajo tensión.