Por José Gonzales, editor internacional de Rumbo Minero-America Mining | Si se confirma la segunda vuelta entre Doria y Quiroga y ambas facciones logran mayoría en la Asamblea, podría esperarse un gobierno reformista en el Altiplano
Bolivia está en la recta final de sus elecciones presidenciales y, según El País, hay dos claras conclusiones basadas en las últimas encuestas. El diario español señala que la primera es la proyección de una segunda vuelta entre los candidatos de oposición (conservadores) Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga; y la segunda, el inédito porcentaje —de hasta un 30%— que suman los indecisos, así como los votos en blanco y nulos.
El País hace referencia a tres sondeos de opinión publicados el fin de semana, los cuales “trazan una drástica caída en la intención de voto por Andrónico Rodríguez, antiguo delfín político de Evo Morales, que ha pasado del tercer al cuarto o quinto puesto, según el caso”.
Si el resultado final coincide con lo que indican las encuestas, se generaría por primera vez en la historia electoral de Bolivia una segunda vuelta presidencial, el 19 de octubre, dado que esta figura fue incluida en la Constitución de 2009.
Clave para el futuro político del país serán también los resultados de la Asamblea Legislativa, que, de confirmarse las encuestas, estaría constituida por un bloque mayoritario de derecha. Sería la primera vez en 20 años que el MAS perdería esa hegemonía, tras dos décadas marcadas por crisis internas, la insistencia de Morales en gobernar sin límites de reelección y su confrontación con el presidente Luis Arce, quien fuera su ministro de Economía.
Ahora bien, El País recuerda que los sondeos de opinión en Bolivia han sido históricamente imprecisos. “En el proceso electoral de 2020, por ejemplo, subestimaron el apoyo al actual presidente, Luis Arce, con un promedio de casi 13 puntos de diferencia, una de las fallas más grandes en América Latina, de acuerdo con un estudio del Celag”, apunta el medio.
El voto rural representa alrededor del 30% del electorado y ha sido la base con la que el Movimiento al Socialismo (MAS) cimentó sus dos décadas en el poder, sostiene El País.
El diario también subraya que el sector minero “fue una de las bases del MAS para mantenerse en el poder, al igual que los cocaleros”, y agrega que “parece que estos últimos tampoco darán su apoyo a Rodríguez, ya que, a pesar de ser vicepresidente de la federación que aglutina a este rubro, su superior era Evo Morales”.
Morales, que se ha atrincherado en El Chapare, sostiene que, si el voto en blanco y nulo es mayoritario, habría ganado las elecciones. Al estar inhabilitado para presentarse como candidato, le ha negado su respaldo a Rodríguez y ha promovido marcar nulo en la papeleta.
Si se confirma la segunda vuelta entre Doria y Quiroga y ambas facciones logran mayoría en la Asamblea, podría esperarse un gobierno reformista en el Altiplano. Sin embargo, el MAS y la Central Obrera Boliviana (COB), dada su capacidad de movilización social, impedirían la implementación de políticas radicales “a la Milei”.