Criticó a diversas ONG y colectivos, tanto antimineros como supuestamente pro minería, por contribuir a la polarización y desinformación.
El presidente de la Asociación de Proveedores del Perú (ASEP), Fernando Calmell del Solar denunció la existencia de lo que calificó como una “mafia caviar minera” que, según sus palabras, busca controlar tanto el Poder Judicial como la industria extractiva en beneficio propio.
“Este grupo quiere mantener el poder solo para ellos y frena el progreso del país”, afirmó. Para Calmett, esta élite captura espacios clave del Estado y bloquea cualquier avance inclusivo en el sector minero.
En entrevista para Rumbo Minero TV, cuestionó duramente la narrativa que califica como “ilegal” toda actividad minera que no pertenezca al gran capital. “Están metiendo en el mismo saco al pequeño minero, al artesanal, al informal y al que está en proceso de formalización. Eso es peligrosísimo”, advirtió. Señaló que esta confusión favorece a los verdaderos criminales y afecta a miles de peruanos que buscan trabajar con honestidad en un país que históricamente ha sido minero.
Calmett fue enfático al distinguir entre informalidad y crimen organizado: “El minero ilegal es el que contamina, el que mata, el que delinque. Ese no es un informal, es crimen organizado que se disfraza de minería”. Recalcó la necesidad de proteger a los informales que quieren formalizarse, para evitar que sean capturados por redes delictivas. Esta problemática, dijo, no solo se limita a la minería, sino que se repite en toda la economía informal del Perú, que representa el 80% del país.
En esa línea, criticó a diversas ONG y colectivos, tanto antimineros como supuestamente pro minería, por contribuir a la polarización y desinformación. Calmett mencionó específicamente al Colectivo Paz, al que acusó de promover una narrativa peligrosa que desconoce la realidad del sector informal. “No se puede combatir la informalidad con slogans o videos criminalizando a todos. Se necesita inteligencia, estrategia y conocer el terreno”.
Finalmente, cuestionó el diseño tecnocrático de herramientas como el Reinfo y la Ley MAPE, creadas —según dijo— desde escritorios sin contacto con la realidad. “Ninguna ley de formalización ha funcionado en el Perú. Ni para panaderos, ni para mineros, ni para ambulantes. Necesitamos un cambio de ciclo y dejar de depender de burócratas que no entienden al ciudadano”, concluyó. Para Calmett, la salida pasa por construir normativas desde la experiencia de quienes realmente quieren salir adelante y aportar al país.