MINERÍA. Gobierno de PPK subestima los conflictos sociales por minería, afirma José de Echave. El ex viceministro de Gestión Ambiental, José de Echave, quien hoy se desempeña como Director del Observatorio de Conflictos Mineros, señaló – durante la presentación del 19 Informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, presentado por las ONG CooperAcción, Fedepaz y Grufides – que no se puede seguir con la misma «institucionalidad precaria» para hacer frente a los conflictos sociales.
El 19 Informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, presentado por las ONG CooperAcción, Fedepaz y Grufides afirma que los conflictos sociales mineros han marcado el inicio de las legislaturas de los últimos gobiernos desde Alejandro Toledo; un hecho que se ha vuelto a repetir en estos primeros meses del gobierno de Kuczynski que, pese a la previsibilidad del escenario, se vio sorprendido por el conflicto Las Bambas que se saldó con la muerte de una persona. La actuación del Gobierno arroja serias dudas sobre su estrategia en materia de conflictividad social, dice el informe. Así se informó en el portal web El Economista.
«Ha llegado el momento de discutir en serio y a fondo sobre qué tipo de institucionalidad y políticas públicas necesitamos para hacer frente a los conflictos sociales. No se puede seguir con la misma institucionalidad precaria», afirma José De Echave, director del Observatorio de Conflictos Mineros. «El Gobierno de Kuczynski ha subestimado los conflictos sociales por minería», sostiene.
Según De Echave, la gran apuesta del plan de gobierno era el «adelanto social», consistente en dotar de una inyección económica a las zonas donde ingresaría la minería ya que de esta forma la población podría beneficiarse de la actividad. Sin embargo, el problema de este enfoque es que olvida y niega el carácter multidimensional de los conflictos sociales en Perú donde se ponen en juego diversas variables: expectativas, preocupaciones ambientales, demandas sociales, económicas, y derechos culturales. La Defensoría del Pueblo reportó a octubre de 2016, 212 conflictos sociales, de los cuales 149 son por razones socioambientales.
«Pese a que el nuevo gobierno se comprometió a crear un Sistema Nacional de Prevención y Solución Pacifica de Conflictos sociales no se ha avanzado al respecto. Perú es el cuarto país del mundo más peligroso para los defensores del medioambiente, según Global Witness. Hasta ahora la estrategia social carece de prevención y la respuesta es de una elevada letalidad. Se hace necesario un sistema nacional de conflictos sociales con carácter preventivo, con capacidad de articulación multisectorial, con presencia en las regiones y un claro enfoque de derechos humanos», remarca De Echave.
El escenario minero estará marcado en los próximos años por una contracción de la inversión minera. De acuerdo al Marco Macroeconómico Multianual Revisado 2017-2019, el PBI de este sector crecería un 7.4% en el 2018, y apenas un 1.2% en 2019. Además, se consolida el deterioro del aporte fiscal, en 2016 se presenta una contracción del 30.4%. Sumado a ello, una tendencia que resulta de especial preocupación es que las mineras reciben más dinero del Estado del que pagan en impuestos.
Por otro lado, según el informe de las ONG, se consolida la nueva geografía de la conflictividad social. «La región macrosur concentra la conflictividad social y la inversión minera: Apurímac, Arequipa, Moquegua, Ica, Puno, Tacna, Cusco registran más del 43% de los conflictos. Otra de las tendencias observadas es la reducción del área concesionada a la minería. Luego de alcanzar un pico en el año 2013- más de 26 millones 800 mil hectáreas concesionadas- en noviembre se registran 19?241,911 hectáreas», dice. El informe analiza de manera detallada las realidades que se viven en las diferentes regiones del país, como el retorno -después de seis años de retiro- del emblemático proyecto Río Blanco (Piura).
«El escenario productivo minero que enfrentará Kuczynski no es nuevo: el ‘boom del cobre’, que comenzó en 2015, continuará impulsando a este sector; un crecimiento que ha logrado que Perú se posicione como segundo productor mundial de este metal, gracias a proyecto como: Toromocho, Constancia, Cerro Verde y Las Bambas. El informe también alerta sobre elimparable avance de la minería ilegal, siendo Madre de Dios y Puno dos de sus principales bastiones», puntualizó De Echave.
(BQO)