MINERÍA. La refinación de metales en el Perú está limitada, afirman especialistas. La rigurosa legislación medioambiental y la viabilidad financiera del proyecto serían los principales impedimentos para que el Perú se convierta en un hub de refinación de metales, como propone el próximo ministro de Economía, Alfredo Thorne.
Según indica Raúl Jacob, CFO de Southern Copper, el Perú tiene ventajas competitivas para este tipo de proyecto, tales como los costos de electricidad relativamente bajos (la industria de fundición y refinación de metales es intensa en electricidad), una base laboral calificada, y la ubicación geográfica del Perú hacia la cuenca del Pacífico, donde se consume la mayor cantidad de metales.
Sin embargo, Jacob y otros especialistas consultados por Semana Económica coinciden en que los estándares de calidad ambiental (ECA) vigentes son demasiado exigentes para que este tipo de proyecto sea viable actualmente.
Los límites exigidos son los más bajos del mundo: el límite de la concentración de dióxido de azufre en 24 horas fue reducido en el 2009 de 365 a 80 microgramos por metro cúbico (ug/m3) (SE 1370). Las siguientes zonas geográficas en exigencia son Japón (105 ug/m3) y la Unión Europea (125 ug/m3).
“Los estándares vigentes se han convertido en una traba incluso para las refinerías existentes”, señala Miguel Cardozo, CEO de Alturas Minerals.
En la misma línea, Jacob apunta que “ninguna empresa podría proponer a su directorio un complejo metalúrgico porque el estándar ambiental fijado es inalcanzable económicamente”.
El citado medio pudo saber, mediante un miembro del comité de transferencia de gobierno, que se analiza la posibilidad de reducir gradualmente las exigencias de los ECA.