Moquegua se posiciona nuevamente como una región clave para la minería peruana. Con más de US$ 176 millones ejecutados al cierre del primer trimestre de 2025, equivalente al 16 % de la inversión nacional, lidera el ranking de regiones con mayor dinamismo en el sector. “Moquegua es una región que no solo destaca por su riqueza geológica, sino también por su apuesta por una minería moderna”, resaltó Jimena Sologuren, presidenta de PERUMIN 37, durante su participación en el Jueves Minero del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Actualmente, la inversión minera en Moquegua supera los US$ 4,300 millones, con seis proyectos en distintas etapas. Entre ellos, destacan San Gabriel, de Compañía de Minas Buenaventura, que ya está en ejecución; y Los Calatos, en fase de prefactibilidad. Ambos son vistos como pilares del desarrollo minero regional.
También puedes leer: Puerto de Chancay iniciará operaciones comerciales tras concluir fase de pruebas
El presidente de actividades Rumbo a PERUMIN, Domingo Drago, destacó que la minería ha sido determinante para la evolución socioeconómica de la región. “Es la tercera región que mayores beneficios ha recibido por canon y regalías mineras en 2024, con más de S/ 1,034 millones”, precisó. En 2023, el inicio de producción en Quellaveco elevó el PBI regional en un 33 %, reafirmando el peso estructural de la minería en Moquegua.
Además del portafolio de construcción, Moquegua cuenta con siete proyectos de exploración en etapa greenfield, orientados principalmente al cobre. Este potencial refuerza su rol como eje estratégico de nuevas inversiones. La inversión minera en Moquegua no solo sostiene su liderazgo en competitividad, sino que también impacta en indicadores sociales clave, como acceso a servicios y reducción de la desnutrición.
La región ha sido reconocida como la más competitiva del país por el Instituto Peruano de Economía. Ostenta el PBI per cápita más alto del Perú, una cobertura de agua, luz y desagüe del 84.5 %, la menor tasa de desnutrición crónica del país y una asistencia escolar del 97.2 %, cifras que reflejan el efecto positivo de una minería bien gestionada.