El Comando Unificado Pataz ejecutó 31 intervenciones desde mayo, neutralizando actividades ilícitas y afectando a organizaciones criminales.
Las acciones lideradas por el Comando Unificado Pataz (CUPAZ), conformado por Fuerzas Armadas y Policía Nacional, han ocasionado hasta la fecha pérdidas económicas por más de S/ 238 millones a las organizaciones criminales vinculadas a la minería ilegal en la provincia de Pataz, región La Libertad. Desde su conformación en mayo pasado, el grupo de fuerzas especiales ha desplegado 31 operativos estratégicos que neutralizaron actividades ilícitas en diferentes sectores de la jurisdicción.
En la madrugada del 1 de septiembre se produjo un enfrentamiento armado en el sector La Esperanza, distrito de Pataz, donde tres efectivos del Ejército resultaron heridos mientras participaban en la operación Centauro. Los militares fueron trasladados de emergencia a Lima y se encuentran hemodinámicamente estables. Este episodio evidenció los riesgos que enfrentan las fuerzas del orden en su lucha contra la minería ilegal y las organizaciones criminales que la financian.
Entre las operaciones más significativas destacan Lobo, con pérdidas superiores a S/ 56 millones; Armagedón I, con más de S/ 43 millones; Choque Amaru, con más de S/ 24 millones; y Yanahuma, con más de S/ 22 millones. Estas intervenciones, junto con otras como Drako, Excalibur o Relámpago, reflejan la magnitud del esfuerzo conjunto desplegado en la zona de emergencia, vigente desde el 9 de mayo mediante el Decreto Supremo 060-2025-PCM y prorrogado hasta el 5 de octubre.
¿Cómo impactan los operativos contra la minería ilegal en Pataz?
El impacto económico sobre las organizaciones criminales supera los S/ 238 millones, debilitando sus redes financieras y logísticas. Sin embargo, las autoridades recalcan que más allá de los resultados materiales, estos operativos buscan garantizar la seguridad de la población, proteger los recursos naturales y reafirmar la presencia del Estado en zonas afectadas por la minería ilegal. La entrega de los efectivos heridos en la última operación es considerada un símbolo del compromiso de las Fuerzas Armadas con el desarrollo y la paz en el país.