Con precios récord y un mercado internacional presionado por la tensión geopolítica, el país tiene la oportunidad de convertirse en proveedor clave para la industria militar y tecnológica global.
En un contexto global de creciente inversión en innovación y tecnología que elevó el gasto mundial en Defensa y alta tecnología a US$ 2.7 billones en 2024, según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), la demanda de minerales críticos alcanza niveles récord.
El antimonio (+500%), el galio (+90%) y el indio (+50%) lideran una lista de insumos cuya producción y procesamiento se concentran principalmente en China y Rusia, lo que plantea desafíos para la seguridad y estabilidad del suministro en los mercados internacionales. Mario Arenas, Manager of the Metallurgical Department at Element Materials Technology, abordó el tema en exclusiva para la Revista Rumbo Minero.
¿Cuál es el potencial geológico peruano?
El Perú figura entre los países con mayor diversidad de minerales críticos: cobre, molibdeno, estaño, antimonio, bismuto, indio y galio, todos con aplicaciones en sistemas de defensa como blindajes, satélites, radares, misiles, vehículos militares y electrónica de precisión.
El cobre es fundamental para el cableado, la electrónica y los sistemas de comunicación militar, mientras que el molibdeno se emplea para fortalecer aceros utilizados en buques y aeronaves. Por su parte, el estaño resulta esencial en la fabricación de soldaduras y diversos componentes electrónicos, y minerales como el antimonio y el indio son insumos clave en tecnologías de visión nocturna, sistemas de misiles y detectores infrarrojos.
El cuello de botella: la capacidad de fundición
A pesar de esta riqueza, el país exporta la mayor parte de sus minerales como concentrados, perdiendo la oportunidad de recuperar subproductos críticos. La historia de La Oroya, que procesaba antimonio, bismuto e indio como subproductos, demuestra que existe capacidad técnica. Hoy, sin fundiciones activas que trabajen estos metales, el valor se fuga al extranjero.
Aprovechar los precios récord de subproductos representa una oportunidad para que el Perú capture un mayor valor agregado en su cadena minera. Esto no solo permitiría incrementar regalías e impuestos al exportar metal refinado en lugar de concentrado, sino también fortalecer su posicionamiento geopolítico como socio estratégico de la industria militar y tecnológica occidental. Además, la diversificación de ingresos reduciría la dependencia exclusiva del cobre, ampliando la base productiva hacia minerales críticos con alta demanda y aplicaciones en defensa, tecnología e infraestructura.
Competencia regional y urgencia
Chile, Argentina y Canadá ya han movido ficha para atraer inversión en minerales críticos: fast track para permisos, incentivos fiscales y marcos regulatorios claros. El Perú, pese a su potencial geológico, aún carece de una política industrial enfocada en capturar valor en el procesamiento de metales estratégicos.
¿Hay un plan para no perder la oportunidad de usar los minerales críticos para Defensa?
Para capitalizar esta coyuntura global, el Perú necesita articular un plan integral que contemple:
- Inversión en infraestructura de fundición y refinación con estándares ambientales de clase mundial, que permita procesar no solo cobre, sino también subproductos y minerales críticos estratégicos.
- Un marco normativo estable y predecible que incentive proyectos industriales a largo plazo, facilitando la participación de capital privado y reduciendo la incertidumbre regulatoria.
- Alianzas estratégicas internacionales con países y empresas que demanden minerales críticos, fortaleciendo la posición del Perú como proveedor confiable para industrias de defensa, tecnología y energía.
- Control y erradicación efectiva de la minería ilegal, garantizando la trazabilidad y seguridad del suministro, condición clave para acceder a mercados de alto valor y cumplir estándares internacionales.
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Con su geología privilegiada y ubicación estratégica, el Perú podría convertirse en un hub regional de procesamiento de minerales críticos para defensa, tecnología y transición energética. Pero el tiempo corre, y la ventana para posicionarse como socio confiable frente a China y Rusia se está cerrando.