MINERÍA. Entrevista a Iván Lanegra, ex viceministro de Interculturalidad: Hay una oportunidad de apostar por la consulta previa para los próximos cinco años.
A cuatro años de haberse aprobado la ley de consulta previa en Perú, ¿cuán importante resulta este mecanismo para la sostenibilidad de los proyectos de la industria extractiva principalmente?
Desde su creación se tenía la visión de que este instrumento iba a ser muy útil en la minería. En el inicio de la implementación de la consulta previa en el ámbito minero, se planteaba una serie de desafíos como la posibilidad de construir una relación de confianza a fin de que se genere el mejor ambiente para el desarrollo de los proyectos.
Si esto se maneja de una manera adecuada, se empiezan a generar acuerdos que se respeten y que las partes se sientan que son mutuamente convenientes entonces, sin duda, será una herramienta que contribuya a generar mejores oportunidades para los proyectos y se minimice la conflictividad.
¿Se ha aplicado bien este mecanismo?
Tenemos un número interesante de casos que se han dado y más de 20 han concluido tanto en el ámbito de la Amazonía y recientemente dos casos con comunidades campesinas. Eso ya es un primer avance.
Se ha desplegado en proyectos con muchas diferencias, hay mucha pluralidad en el tipo de medidas que se ha consultado por ejemplo tenemos un proyecto de Hidrovía Amazónica de gran escala, el proyecto del Lote 192 que tuvo dificultades hasta el final del proceso, tenemos proyectos de exploración minera, está el reglamento de la ley forestal, hay variedad.
La buena noticia es que en casi todas, salvo en el lote 192, hubo un acuerdo completo de las partes sobre lo que debía hacerse. Sí se logró un consenso. El saldo es positivo.
El 2016 es un año interesante por el factor electoral. ¿Qué tanto influye en el desarrollo de este mecanismo?
La Consulta Previa es un mecanismo que quedará, está concretado legalmente y tiene un respaldo en un tratado internacional, tiene rango constitucional y las normas que se han dictado han sido parte de un proceso de consulta. Es una política que seguramente continuará.
Lo segundo es que uno de los temas centrales de la agenda es, sin duda, la reactivación económica. Y es fundamental compatibilizar la protección de derechos de las personas con la necesidad de desarrollar proyectos que generen ingresos para el país. Entonces hay dos opciones: o se modifican las prácticas actuales que evidentemente generan dificultades porque hay muchos proyectos que salen adelante pero también hay unos cuantos importantes que no han podido desarrollarse.
Una solución es seguir igual y otra solución es hacer ajustes o mejoras en el instrumento que ya tenemos. Y consulta previa es un instrumento nuevo que podría ayudar, pero eso implica inversión, que exista una capacidad suficiente a nivel de las comunidades campesinas y a nivel del Estado para aprovechar al máximo este instrumento. Eso implica decisión por parte del nuevo gobierno y de poner muchos recursos en esta herramienta.
En mi experiencia, creo que es mucho más eficiente y conveniente para el país que se invierta en estos instrumentos porque, a la larga, de no hacerlo se termina generando más problemas que son más difíciles de resolverlo. Por ser nuevo, se puede ir ajustando en el camino. Por lo tanto hay una oportunidad de apostar por este instrumento (la consulta previa) para los próximos cinco años.