Hablar de telecomunicaciones en minería es referirse a toda la infraestructura que se requiere para hacer posible que la comunicación entre seres humanos y los diversos equipos que se emplean en esta actividad no se vea afectada ni por la distancia ni las condiciones ambientales, muchas veces extremas.
Es precisamente este último factor el que determina la diferencia entre los sistemas de comunicación convencionales –utilizados por el común de las industrias– y los que demanda la industria minera. Y ha sido también, por tanto, el elemento particular que ha impulsado la generación de tecnologías, equipos y sistemas capaces de operar eficientemente en las condiciones geográficas o climáticas más adversas.
De hecho, a partir de las particulares exigencias de esta industria –y otras similares– se ha generado un mercado de sistemas de comunicación, tecnología, equipos y servicios que, en el caso del Perú, en la última década se ha modernizado, extendido y diversificado aceleradamente, al ritmo que lo ha hecho la propia actividad minera.
Como resultado, se ha constituido un activo nicho comercial en que participan tanto empresas de talla mundial que brindan servicios integrales, como subsidiarias nacionales o intermediarias que proveen equipos y tecnología.
MERCADO ESPECIAL
El de la minería en el rubro de comunicaciones es un caso especial, partiendo por el hecho de que es necesario distinguir los conceptos de larga y corta distancia. Y es que, según los especialistas, la primera se refiere a conectar una faena con otra por medio de fibra óptica como medio de comunicación base y del satélite como apoyo. La de corta distancia, en cambio, se refiere a la comunicación al interior de las faenas, cada una de las cuales requiere soluciones específicas.
Además, es necesario diferenciar los procesos, porque hay tecnología, sistemas y equipos diferentes para minas a tajo abierto y minas subterráneas, por las condiciones disímiles en que operan cada una de ellas.
A tajo abierto, por ejemplo, es más fácil la instalación y manejo de la red de telecomunicación; a diferencia de una mina subterránea donde, por ejemplo, instalar fibra óptica en los túneles (porque son angostos y es mayor el riesgo de que se corte el cableado por contacto con una máquina) es más complejo. En ese sentido, los sistemas deben ser diseñados y configurados para dotarlos de máximos niveles de fiabilidad para su operación y facilidad para su mantenimiento.
A eso se suma hoy el hecho de que los cambios tecnológicos que ha experimentado la minería han llevado a integrar a los sistemas de comunicación el monitoreo y hasta la operación de equipos, avance que ha sido posible por el explosivo desarrollo que han registrado los sistemas de comunicación móviles y virtuales.
En suma, el aporte de las telecomunicaciones en los procesos productivos de la industria minera ha sido decisivo. Pero aún existen muchos retos más que, con el avance de la innovación y la tecnología móvil, serán posibles de lograr.
Por lo pronto, sin embargo, les presentamos a continuación las novedades tecnológicas que existen en el mercado nacional de este rubro y las principales firmas que las proveen.
El informe completo puede revisarlo en la edición impresa y virtual de su revista RUMBO MINERO Nº 88.