En enero de 2025, el presidente Biden bloqueó inicialmente la operación argumentando riesgos estratégicos.
Nippon Steel y la administración Trump solicitaron el 5 de junio de 2025 una prórroga de ocho días en la pausa de su litigio, con el objetivo de contar con más tiempo para cerrar la adquisición de U.S. Steel por 14.900 millones de dólares. La pausa original, concedida el 7 de abril tras una orden del presidente Trump para realizar una segunda revisión de seguridad nacional, estaba programada para expirar el mismo 5 de junio. Esta nueva solicitud extiende la ventana de negociación hasta el 13 de junio.
La petición refleja el optimismo de ambas partes en alcanzar un acuerdo, lo que ha sido interpretado positivamente por los inversionistas. Desde el anuncio de la operación en diciembre de 2023, el mercado ha seguido de cerca cada paso del proceso, marcado por tensiones políticas y regulatorias. La posible resolución del litigio representa un avance significativo hacia la concreción del acuerdo.
El proceso ha estado marcado por el escrutinio en materia de seguridad nacional. En enero de 2025, el presidente Biden bloqueó inicialmente la operación argumentando riesgos estratégicos. Sin embargo, en abril, la administración Trump reabrió la evaluación a través del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS), otorgando un plazo de 45 días para una nueva revisión. Nippon Steel ha respondido proponiendo medidas como mantener la sede de U.S. Steel en Pittsburgh, designar un CEO estadounidense y ofrecer al gobierno una “acción de oro” que permitiría vetar decisiones clave.
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La aprobación del acuerdo convertiría a Nippon Steel en el segundo mayor productor mundial de acero y consolidaría su presencia en el mercado estadounidense. Además de los compromisos para mantener empleos en EE. UU., la compañía japonesa ha prometido inversiones para modernizar las instalaciones de U.S. Steel. No obstante, el sindicato United Steelworkers ha expresado preocupaciones sobre los efectos de la propiedad extranjera en el empleo y la seguridad nacional.
La prórroga solicitada permitiría a las partes concluir las negociaciones antes del 18 de junio, fecha clave para cerrar el acuerdo. Dada la evolución positiva de las conversaciones, se espera que la Corte de Apelaciones de EE. UU. apruebe la extensión. El desenlace de esta operación tendrá implicaciones significativas tanto para la industria siderúrgica como para las relaciones económicas entre Estados Unidos y Japón.