La decisión de la administración Trump busca dar respiro a industrias estratégicas y disipar la incertidumbre en torno a los lingotes de oro, mientras mantiene presión sobre derivados del aluminio y la silicona.
El gobierno de Estados Unidos anunció un ajuste en su política arancelaria que exime al oro, al uranio y a otros minerales estratégicos de los impuestos de importación, al tiempo que endurece las tarifas sobre la silicona, la resina y el hidróxido de aluminio. La medida entrará en vigor el próximo lunes mediante orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump.
Los metales estratégicos quedan libres de impuestos
El cambio incluye al grafito, el tungsteno, el uranio y los lingotes de oro, insumos fundamentales para sectores como la energía nuclear, la electrónica y la industria aeroespacial. En el caso del oro, la decisión pone fin a la confusión generada semanas atrás, cuando un fallo de Aduanas había señalado que los lingotes debían pagar aranceles.
¿Cómo impacta esta medida en el comercio global?
Según la orden, el Representante Comercial de EE. UU. y el Departamento de Comercio podrán implementar acuerdos específicos con socios como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea. Esto permitiría a Washington reducir o levantar aranceles sobre bienes estratégicos como piezas aeronáuticas o medicamentos genéricos, al tiempo que garantiza acceso fluido a materias primas que no se producen localmente.
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Se mantiene la presión sobre insumos industriales
Mientras libera a los metales estratégicos, la Casa Blanca amplió la aplicación de aranceles recíprocos a la silicona y derivados del aluminio, materiales claves para las cadenas productivas químicas, de construcción y de manufactura de alta tecnología.
Con este movimiento, Trump busca equilibrar la seguridad nacional con la competitividad industrial, asegurando el abastecimiento de minerales críticos para la transición energética y tecnológica, sin dejar de utilizar los aranceles como herramienta de presión en el tablero comercial global.