Washington exige a Pekín liberar exportaciones de tierras raras pactadas en Ginebra, mientras mantiene restricciones a tecnología china. El desacuerdo amenaza la frágil tregua comercial.
Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China atraviesan un nuevo episodio de tensión, esta vez por la exportación de minerales críticos esenciales para la industria tecnológica y de defensa. El presidente Donald Trump acusó a China de incumplir el reciente acuerdo alcanzado en Ginebra, donde se pactó liberar exportaciones clave a cambio de una reducción arancelaria. Funcionarios estadounidenses alegan que Pekín no ha cumplido con lo prometido, en especial en lo que respecta a tierras raras necesarias para componentes electrónicos avanzados.
La Casa Blanca evalúa una posible conversación directa entre Trump y su homólogo Xi Jinping para destrabar el conflicto. Según el subsecretario del Tesoro, Michael Faulkender, las partes aún mantienen diálogo, pero Washington insiste en que China desbloquee las exportaciones comprometidas. Mientras tanto, EE. UU. ha incrementado sus propias restricciones, incluyendo la prohibición de componentes para motores a reacción, software de diseño de chips y suministros tecnológicos a empresas como Huawei.

Pekín respondió con firmeza, acusando a Estados Unidos de romper el consenso alcanzado y amenazando con represalias. Esto complica una tregua comercial ya frágil, cuya ruptura podría llevar a un retorno de aranceles superiores al 100 %, generando un impacto negativo tanto en la economía global como en mercados estratégicos. La incertidumbre también ha crecido ante el posible fracaso de un nuevo diálogo entre ambos líderes.
La disputa revela la dependencia de EE. UU. respecto a China, que produce cerca del 70 % de los minerales raros en el mundo. Estos metales son indispensables para industrias como la aeroespacial, nuclear y armamentística. A pesar del deseo de diversificar proveedores, Washington reconoce que sustituir a China en el corto plazo es inviable, lo que pone en jaque la estrategia tecnológica del país frente a una potencia dispuesta a endurecer su postura.