Según Bank of America, la inflación estaría en el rango del 2% al 4%.
Bank of America (BofA) espera que la inflación de Estados Unidos se mantenga elevada durante dos a cuatro años, frente a una percepción cada vez mayor de que es transitoria.
Añadió que solo una caída del mercado financiero evitaría que los bancos centrales endurezcan la política en los próximos seis meses.
“Fue fascinante ver que la inflación es transitoria cuando el estímulo, el crecimiento económico, la inflación de activos/materias primas/vivienda (se consideran) permanentes”, dijo el principal estratega del banco de inversión, Michael Hartnett.
Hartnett, de acuerdo con Reuters, también consideró que la inflación se mantendrá en el rango del 2% al 4% durante los próximos 2 a 4 años.
“La inflación de EE. UU. ha promediado un 3% en los últimos 100 años, un 2% en la década de 2010 y un 1% en 2020, pero se ha anualizado al 8% en lo que va de 2021”, analizó BofA.
Por otro lado, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, prometió el martes no subir las tasas de interés demasiado rápido basándose únicamente en el temor de una inflación venidera.
Los comentarios fueron vistos como una medida para calmar los nervios de los inversores después de que una dura reunión de política monetaria la semana pasada sugiriera que los funcionarios creían que las tasas de interés subirían tan pronto como en 2023, quizás un año antes de lo anticipado.
Situación del BofA
En tanto, los clientes de BofA seguían invirtiendo fuertemente en acciones, con asignaciones de efectivo muy por debajo de los promedios a largo plazo del 11.2%.
En la semana hasta el miércoles, los inversores inyectaron US$ 7,000 millones en acciones y US$ 9,900 millones en fondos de bonos, mientras extraían US$ 53,500 millones de fondos en efectivo.
Dentro de las acciones, los fondos de mercados emergentes registraron salidas de US$ 1,600 millones, la mayor desde septiembre de 2020.
A medida que se acerca el cierre de la primera mitad de 2021, Hartnett dijo que una inflación más alta, bancos centrales agresivos y un crecimiento más débil son los temas clave a tener en cuenta en la segunda mitad.
