Sobre la actual coyuntura geopolítica comercial -marcada por las medidas proteccionistas de Estados Unidos- y su impacto en la competitividad global, especialmente en el sector minero latinoamericano, conversamos con el Analista Chileno Jorge Sahd.
¿Qué efectos prevé que tendrá, sobre la competitividad económica global, la actual coyuntura de inestabilidad de los mercados generada por las medidas comerciales de EE.UU. contra sus socios comerciales?
La estrategia proteccionista de Estados Unidos, marcada por medidas unilaterales y crecientes tensiones arancelarias con socios estratégicos, ha generado un cuadro de incertidumbre que ha da ñado a los mercados y hace muy difícil prever lo que ocurrirá con el comercio global.
Esta política comercial transaccional del Presidente Trump, que abandona las reglas y la reemplaza por acuerdos frágiles está encareciendo el comercio y afectando la eficiencia de las cadenas globales de valor.
En el mediano plazo, esto puede traducirse en una pérdida relativa de competitividad para economías emergentes que dependen de un entorno comercial abierto, estable y más predecible.
¿Qué efectos cree que ese entorno podría tener en el sector minero de LATAM?
Latinoamérica no es ajena a estas disrupciones. El sector minero debe estar consciente que hoy la
geopolítica es central en las decisiones de negocios y que no es suficiente una estrategia basada solo en eficiencia de costos. El proteccionismo, la rivalidad estratégica de Estados Unidos y China, las investiga ciones iniciadas por el Departamento de Comercio respecto del cobre y de los minerales críticos nos demuestran que la geopolítica sí importa, y mucho.
Si bien la región es proveedora de materias primas críticas para la transición energética, el aumento de estas tensiones podría traducirse en mayores barreras, distorsiones en los precios internacionales y dificultades para el acceso a tecnología y financiamiento.
¿Cree que este contexto podría representar una oportunidad de mayor diversificación y desarrollo de las industrias mineras de los países de LATAM, como lo vienen señalando algunos análisis internacionales?
Sin duda. América Latina tiene cada vez una dependencia mayor a China y Estados Unidos, dos potencias en una confrontación cada vez mayor. Aunque la minería ha profundizado sus relaciones con China, dada su alta demanda de minerales como el cobre, litio, níquel y tierras raras, hay una oportunidad para diversificar a otros mercados y participar en otras cadenas de valor.
América Latina tiene una oportunidad real porque tenemos todo aquello necesario para la transición energética; pero tenemos una tarea pendiente: instituciones más robustas, mayor certeza jurídica e incentivos a la inversión extranjera y una política que asegura mayor gobernabilidad.
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