Las pruebas se llevarán a cabo a profundidades de entre 5.000 y 6.000 metros.
Japón iniciará en 2026 pruebas de extracción de lodo rico en tierras raras desde las profundidades del océano cerca de la isla Minamitori, con el objetivo de asegurar un suministro interno de minerales críticos ante las crecientes restricciones a las exportaciones globales. El proyecto, respaldado por el gobierno y liderado por Shoichi Ishii de la Oficina del Gabinete, marca un hito mundial como el primer intento de extraer y refinar estos minerales desde el lodo abisal mediante un sistema de tuberías operado por la Agencia Japonesa para la Ciencia y Tecnología Marina y Terrestre (JAMSTEC).
Las pruebas se llevarán a cabo a profundidades de entre 5.000 y 6.000 metros, y se espera que las operaciones comiencen en enero de 2026. Si el sistema resulta exitoso, podría alcanzar una capacidad de procesamiento de hasta 350 toneladas de lodo por día para 2027, permitiendo la recuperación de elementos clave como disprosio, neodimio, gadolinio y terbio, esenciales para la fabricación de motores eléctricos y dispositivos de alta tecnología.
Este ambicioso plan se apoya en investigaciones previas realizadas por la Universidad de Tokio y la Fundación Nippon, que en 2024 identificaron más de 200 millones de toneladas de nódulos de manganeso ricos en metales para baterías en el Pacífico. Estos recursos submarinos, situados a unos 5.500 metros de profundidad, podrían contener alrededor de 610.000 toneladas de cobalto y 740.000 toneladas de níquel, cantidades suficientes para abastecer el consumo de Japón durante décadas.
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Riesgos
Sin embargo, los expertos advierten sobre los desafíos técnicos y ambientales asociados con la minería en aguas profundas. Colin Hamilton, de BMO Capital Markets, subraya la necesidad de estudios de impacto rigurosos antes de que los compradores se comprometan con estos materiales. En este contexto, varias instituciones financieras como Credit Suisse, Lloyds y NatWest ya han restringido la financiación de proyectos de exploración submarina hasta contar con evaluaciones ambientales completas.
La regulación internacional también se encuentra en desarrollo. La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) prevé establecer un marco normativo para 2025 que permita operaciones comerciales en aguas internacionales bajo criterios más estrictos. Desde 2014, la ISA ha enfrentado creciente presión para crear un código minero, y sus próximas reuniones, programadas del 21 al 25 de julio en Kingston, Jamaica, serán clave para definir el futuro de esta industria emergente.