Con la cotización internacional superando los US$ 107 por tonelada, el mayor nivel en seis meses, el país enfrenta el reto de superar coyunturas adversas y encaminar proyectos que refuercen su posición como jugador clave en el mercado global.
El reciente ascenso del hierro, impulsado por la demanda china y expectativas de estímulos económicos, abre una ventana de oportunidad para los países productores. El Perú, pese a la caída de 22,5% en su producción acumulada de enero a julio, tiene la capacidad de revertir el escenario si logra dinamizar sus operaciones y acelerar su portafolio de proyectos.
Superar coyunturas y mirar a largo plazo
El incidente en el muelle San Nicolás de Shougang Hierro Perú puso en evidencia la vulnerabilidad de depender de un solo productor. Sin embargo, especialistas destacan que la compañía ya está recuperando volúmenes y que otras empresas, como Shouxin Perú, han comenzado a expandir su producción.
“El reto no es solo volver a niveles del 2024, sino aprovechar la coyuntura internacional para fortalecer la resiliencia del sector”, destacó Miguel Cardozo, ex presidente de Perumin.
¿Podrá el Perú convertirse en un hub del hierro?
Aunque hoy la producción se concentra casi exclusivamente en Shougang, la cartera de inversiones revela un futuro prometedor:
- Pampa de Pongo (Ica), con US$ 1.781 millones de inversión, en etapa de factibilidad.
- Achatayhua Metals y Total Genius Iron Mining en Arequipa, con proyectos greenfield.
- Expansión de Shougang y el proyecto Hierro Apurímac, en estudio.
De concretarse, estos proyectos permitirán que el Perú diversifique su producción, reduzca su dependencia y gane mayor presencia en el top 10 mundial de exportadores de hierro.
El mercado internacional, una motivación adicional
Aunque los analistas anticipan una corrección del precio hacia los US$ 95-98 por tonelada a fines de 2025, y entre US$ 85-90 en 2026, la tendencia global marca que el hierro seguirá siendo estratégico para la infraestructura, la transición energética y el crecimiento industrial de Asia.
Para el Perú, cada alza es un recordatorio del potencial que puede alcanzar con un sector fortalecido, competitivo y sostenible.