ECONOMÍA. La implementación del Senace no ha demorado, se trata de un proceso hasta el 2020, asegura su titular Patrick Wieland. La Ley de creación del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) fue publicada en diciembre de 2012. Desde entonces se inició un proceso para que dicho organismo se encargue de evaluar y aprobar los estudios de impacto ambiental (EIA) en nuestro país.
Luego de tres años, el 28 de diciembre de 2015, el Senace inició formalmente sus funciones de evaluación y aprobación de los EIA.
El jefe del Senace, Patrick Wieland, dijo – en diálogo con el portal Actualidad Ambiental – que la institución aún no está al 100% de sus funciones, pues «es una entidad en construcción».
«Seguimos un modelo de asunción de funciones de manera progresiva hacia al 2020, año en la que será la única autoridad ambiental dedicada a revisar los estudios de impacto ambiental (EIA) más importantes. Tengamos en cuenta que el pasado 28 de diciembre empezamos a revisar los EIA del sector energía que veía el Ministerio de Energía y Minas (hidrocarburos, electricidad y minería), y el 14 de julio asumimos también el sector transporte, que incluye puertos, carreteras, aeropuertos, entre otros. Entonces, el modelo del Senace apunta a que poco a poco, gradualmente, asumamos más funciones y este modelo estará completo el 2020», señaló.
En otro momento, Wieland aseguró que el Senace nació para recuperar la confianza de la población hacia los EIA. Así, para todos los profesionales de la institución es fundamental recuperar la confianza de la ciudadanía, «que sientan que el EIA es un documento entendible, accesible, en donde pueden hacer comentarios y ayudarnos a construir mejor este documento».
«Ya no tenemos el problema de juez y parte, en donde un sector que promueve la inversión también es el sector que aprobaba los EIA. Y para recuperar la confianza ya hemos realizados diversas actividades relacionadas con el tema. Por ejemplo, lo primero que hemos hecho es tener un resumen ejecutivo eficiente. El EIA es un documento larguísimo, gigantesco, tiene a veces miles de páginas, aunque el resumen -que el ciudadano de a pie puede leer- puede tener a veces cientos de páginas. Nosotros hemos cambiado de modelo», añadió.
En ese sentido, manifestó que mientras en Chile el resumen ejecutivo tiene 25 páginas, aquí se apunta a un instrumento más manejable de unas 50 ó 70 páginas que permita, con un lenguaje sencillo y fácil de entender, aterrizar lo técnico en temas mucho más digeribles.
Recientemente, el Senace presentó la Defensoría del Ciudadano y el Código de Ética de la institución, dos iniciativas que buscan recuperar la confianza de la población en la aprobación de los EIA y asegurar que este documento sea elaborado y revisado con rigurosidad profesional.