Ex presidente de la SNMPE señaló en entrevista con Rumbo Minero TV que el consenso alcanzado en la PCM para una propuesta de Ley MAPE es un avance positivo, pero remarcó que el verdadero reto es vincular la minería informal con los titulares de concesión mediante contratos de explotación.
Víctor Gobitz destacó que el diálogo impulsado por la PCM ha permitido consensuar 11 puntos clave entre diferentes actores del sector. En su opinión, este es un paso importante hacia una ley MAPE que logre el cierre definitivo del REINFO y establezca un proceso de formalización ordenado.
“Nadie está en contra de una actividad económica si esta se desarrolla dentro de la legalidad, con respeto a las normas y a las personas que participan en ella”, afirmó.
¿Por qué el REINFO es insuficiente?
Gobitz cuestionó la eficacia del REINFO, al señalar que se ha convertido en un proceso meramente administrativo y laxo. “No existe fiscalización real. El pequeño minero no presenta planos ni hay supervisión. En la base de esta estructura hay miles de trabajadores en condiciones precarias”, precisó.
Para el ex presidente de la SNMPE, el REINFO no garantiza la titularidad ni el respeto de los derechos otorgados por el propio Estado, lo que ha perpetuado un sistema que necesita ser reemplazado.
La ley MAPE como solución integral
El especialista indicó que la nueva ley debe diferenciar entre dos vertientes de la pequeña minería: la subterránea en vetas angostas, que requiere ingeniería y fiscalización, y la aluvial, donde es fundamental controlar el uso de mercurio.
“Lo que falta es vincular la actividad minera informal con el titular de la concesión a través de contratos de explotación. Existen casos exitosos que el Ministerio de Energía y Minas debería visibilizar para generar confianza y acuerdos”, sostuvo.
Un camino hacia la formalidad
Gobitz recordó que tras la ampliación de plazos, solo el 4% de los 50 mil mineros excluidos del REINFO solicitó reconsideración, lo que equivale a 2 mil adicionales a los 31 mil ya vigentes. “Todos ellos, en líneas generales, necesitan contratos de explotación para dar el salto a la formalidad”, remarcó.
Finalmente, se mostró optimista sobre el futuro: “Por más que haya una minoría que busca mantener este sistema laxo, la concientización avanza. La ley MAPE no es una llave mágica, pero sí el espacio necesario para lograr acuerdos que permitan que la minería continúe de manera correcta y sostenible”, subrayó.
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